PLANTA DE
TRATAMIENTO DE AGUAS RESIDUALES
Por
Gloria Valencia Vargas
En
la parte sur de Tulancingo corren dos ríos principales, el río San Lorenzo y el
Río Chico que al unirse se convierten en el Río Grande, éste sigue su recorrido
por varias localidades de la parte norte del estado, hasta llegar a la laguna de
Metztitlán.
En su camino lleva aguas negras de los diferentes pueblos donde circula, aguas
contaminadas con residuos domésticos, agrícolas e industriales, como heces
fecales, plomo, mercurio, cadmio, arsénico, potasa, entre otros, causando un
grave daño a la salud humana, a la fauna, al suelo y a otros cuerpos de agua,
otra fuente de contaminación del agua en la región es la del “lacto suero”
que es arrojado al campo, canales y a la Laguna de Supitlán en el vecino
municipio de Acatlán y en el pueblo de Jaltepec.
Una
de las alternativas para saneamiento hídrico es la construcción de
“plantas de tratamiento de aguas residuales o negras en Tulancingo,”
propuesta hecha por las organizaciones de la sociedad civil y que hasta el
presente no se han hecho efectivas, solo promesas de campaña y anuncios
gubernamentales al respecto. Desde la administración del Presidente Municipal
Ricardo Bravo Delgadillo, se insistió en la gestión para la construcción de
plantas de tratamiento de aguas residuales, petición que no llegó a concretarse.
El
tiempo pasa y seguimos en espera de esta importante obra. Y en espera se
encuentran también los pobladores del Valle del Mezquital que por décadas
han recibido las aguas residuales procedentes de la Ciudad de México y los
municipios conurbados del estado de México.
Como
un gran proyecto, el mayor complejo hidráulico en América Latina fue anunciada
la construcción de la planta de tratamiento de aguas residuales de Atotonilco de
Tula por el entonces presidente Felipe Calderón, planta que no se ha
puesto en funcionamiento por los adeudos correspondientes al pago de licencias,
que se tienen con el ayuntamiento de Atotonilco de Tula.
“Sucede que nuestro estado enfrenta un problema muy serio: la contaminación del
agua provocada por los desechos de tipo doméstico (residuos de materias fecales,
detergentes, desperdicios de alimentos, etc.) provenientes de Pachuca y también
de la Ciudad de México y su área metropolitana. Las aguas residuales de esas
áreas llegan al río Tula por tres vías principales: El Gran Canal; los túneles
de Tequisquiac, que descargan en el río Salado -un afluente menor del Tula- y
por otros conductos como el Emisor Central que, a su vez, conduce las aguas
residuales hasta la presa Requena.
También son abundantes los materiales de desecho que arrojan las actividades
industriales y centros de población a la cuenca del río Pánuco. Este tipo de
desechos es mayor en el tramo comprendido entre las presas Requena y Endhó.
Recuérdese que la refinería de Pemex se encuentra en los márgenes de este río.
Todo se complica porque parte de esas aguas residuales se emplean para regar
algunas zonas, con la contaminación del suelo y a sus cultivos…”
HIDALGO entre selvas y milpas… la neblina.
Una
planta de tratamiento de aguas residuales es una instalación donde a las aguas
negras o residuales se les retiran los contaminantes para hacer de ella un agua
sin riesgos a la salud y al medio ambiente, al disponerla en un cuerpo receptor
natural (mar, ríos, lagos) o por su reúso en otras actividades de nuestra vida
cotidiana con excepción del consumo humano.
Es importante buscar soluciones para limpiar el aire, agua y suelo, y se asignen
mayores recursos para mejorar el medio ambiente.
Hasta la
próxima.
Sus comentarios serán bien recibidos y tomados en cuenta si los envía a:
lolvalart@hotmail.com.
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