30.May.22
SIRENA
DEL EXILIO
de Agustín Monsreal
Dejé mi alma en el mar, el viejo mar.
Y la dejé a ella:
mi nueva patria, mi salvoconducto
mi única bandera, mi catedral
mi casa de gobierno, mi plaza mayor
mi pasión incesante, infatigable
mi caudilla, mi capitana
mi fervor, mi deseo, mi estandarte
mi catecismo, mi dogma, mi fe…
sus senos, cántaros de barro,
origen del asombro, dulces
conservas de frutas, manjares leales
que multiplicaban el oleaje del mar,
ella:
la virgen perpetua que cada noche viene
a visitarme en sueños, en mi cama
de nubes y de arena.