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1.Ago.15

 
 

 

         
  Carlos Santibáñez Andonegui

 

 

 

 
     
AMOR DE CLASE MEDIA

ALBOROTADA

de la poesía de Carlos Santibáñez Andonegui

 

 

Una tarde en mi vida llantera

se abalanzó el verano de entonces.

 

El mediodía creció simbólico,

triunfando se estiró en la lejanía,

lo guardaron tus ojos un poco más

-con tu mirada se humanizó por completo.

 

Y me volví a meter en aquel tiempo

de pana:

 

Desde la reja verde de aquella edad

te amé con tus cosas,

con tus mapas revueltos y tus lamentaciones

al caer Babilonia

en viejos parques.

 

Y los domingos algo era más bajo,

que llevaba más lejos,

algo de los amantes

 

como decirle al tiempo

“no te lleves la escena”,

la calle, el número al menos

 

aunque también se dice de lo perdido

lo que aparezca…

Tarde la que se lleva tu última mirada.

 

Lástima de barrio.

 

..¿y el reloj, qué repite?

Quiere el Ave María,

los honores del llanto.

 

Tú y yo, esto es alquimia.

Allá por el verano

bajo tu cuerpo

qué me hizo crecer hasta olvidarlo todo.

 

Entonces por aquí pasaba un río.

Se andaba bien por tus corrientes

navegando las horas

-los rápidos- te habías

dejado el fleco.

 

O sólo amanecía pero al abrir los ojos

volvías más urgente,

más cerca de la orilla.

 

Donde había selva,

te sobraba el alma.

Lo vegetal: un beso

te alcanzaba a cubrir.

A descubrir.

 

Si no morías ahí

ya no morías

y todo eso era nuestro

para cantar.

 

Al despertar, en ti ya era de día,

yo veía claramente en dónde está el tesoro:

 

El sol y nadie más encontraría este rumbo…

 

 

 

(Fragmento, tomado de: Llega el día, vuelven los brindis, ed. Oasis, 1984)

 

 
             

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