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Cristina de la Concha
Montreal en mayo
Por esta ciudad québécois, celebré a varios poetas el
pasado mes de mayo. El miércoles 17, además de festejar el
375 Aniversario de Montreal con pasaje gratuito en metro y
"bus"
todo el día, fui invitada por el grupo
Lapalabrava a
degustar sus lecturas en francés, inglés y español, y
algunas actuaciones, de lo que, entre el acento inglés
canadiense, destacó una voz británica, y en el español del
sur, un acento chileno, donde también participé en este
abanico polifónico con la lectura de un poema en mi español
mexicano. Fue una noche trilingüe como lo son la mayoría de
los días y las tardes en esta ciudad.
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Otras han sido cuatrilíngües, como aquellas con la comunidad
portuguesa o como cuando escucho a los inmigrantes de países
árabes, aunque no halle significado a sus voces. Una de esas
tardes fue la
Conmemoración del Día de la Lengua Portuguesa
y de las Culturas de los Países Lusófonos en que el poeta y
los músicos hicieron una presentación genial de
improvisación y hablaron conmigo en su español perfecto. |
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Y en esa lengua materna mía, en este mayo, festejé a los
miembros honoríficos de la Unión Latinoamericana de
Escritores, ULatE, Saúl Ibargoyen, Luis Alberto
Ambroggio y Ernesto Kahan, quienes recibieron
reconocimientos muy merecidos
a sus destacadas trayectorias
en diferentes latitudes
del mundo, México, Perú
y España. |
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Así, de las nieves que me recibieron en marzo pasado, a
los días calurosos en este junio, con esta gente linda
he disfrutado reconocer Montreal donde el día de hoy, 24
de junio, es La
fête nationale du Quebec, con la
internacionalidad polifónica que a veces me hace
preguntarme qué idioma esta emitiendo esta boca. Ver
surgir una flor de la tierra que dos días antes se
cubría de blanco ha sido uno de los milagros de la
Naturaleza que me ha mostrado este país... enmielarme
de maple o atravesar las calles por la noche libre del
recelo de las sombras. Y a su gente caminando por sus
banquetas en medio del frío, con lluvias torrenciales
como si fuera día de campo, jovencitas de falda corta y
muchachos en camiseta andar contra feroces vientos. Ha
llamado mi atención los muchos jóvenes de compras en los
mercados, nada usual en mi país, más bien raro. Una
manifestación de la policía en orden y con mucho ruido. |
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¡Paletas de maple! |
Y la gente amable que detiene la puerta al entrar al metro o al
centro comercial, que deja pasar en el angosto pasillo,
o levanta algo que se le cae a otro o el vecino que
ayuda a cargar las bolsas, “merci”, “mon plaisir” son
frases comunes en estas calles, y que se sonríen unos y
otros si se topan las miradas. Claro que no faltan los
malencarados ni los huraños, pero en general son lindos
y cordiales, y naturales, no tienen “pex”, diría en México.
Y aunque se extrañan las cosas, las costumbres y los
“pex” (o ¿se dirá “pexes”?), la naturalidad canadiense
es muy reconfortante. |
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Manifestación
muy ordenada
de la policía, con
mucho ruido y mucha luz. |
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