14.Ene.16

 

Desde Cochabamba, Bolivia

De la poesía de Daniel Medinacelli

 

Una desesperada noción

Día a día pasó tartamudeando

como este clima,

requiriendo siempre

nociones de algo

que ya existió en todas las faltas.

Día a día algo pasó extrañando,

como si los márgenes de lo comprimido

fueran usos todavía

en su vida aún resistida.

Me resisto aún

a mostrar mis diferencias

 a los días sobre esta medial arruga.

Me resisto aún

a cortas constituciones en la desesperación de lo pasado.

Me resisto aún

a reconocer las pieles

que vuelven a la noche resistencia.

Me resisto aún

a donarte la sonrisa

sin aguantar primero

mi rendición.

Me resisto aún…

 

 

Los Juegos calculan tu fondo

Ella,

el fondo de un hermoso pelo negro

jugando ajedrez

con el ascenso claro

de un delirante gusto mío.

Ella,

estuche de hechos

en el lenguaje de las celulares calles.

Ella,

una aparición

que cambia direcciones

en el viejo arte de sonreír.

Ella,

la lengua pronunciada

de su propio nombre.

Ella,

un eterno intermedio

deshilado

en su propia desnudez pirotécnica.

Ella,

profundidad

de un raspado corazón raptado.

Ella,

oscuridad 

que resbala

en los amoríos del amor.

  

 

Una mirada al revés

Exactamente una mirada termina

al cruzar

una parte mía

el aire soñado del día.

Y  temiendo tener cuerpo

tu mirada,

siente tener formas

tan perfectas

y comienza

a desdoblar su propio suicidio

contra el cambio de toda gala animal.

Y despegada de golpes,

tu parada

abre gotas apuñaladas

en la sonrisa mía,

atinando a pensar el corazón mío

que las inclinaciones de la pesadez

son alas de un ejemplo inclemente.