Los cruces de
caminos
me llevaron a un hoy casual,
fortuito,
bendecido,
tal vez… inaudito.
Me llevaron a un ser actual
en tenaz sueño y ciencia
por un nuevo humanismo
en universal anuencia
y paz.
En el vasto escenario de la vida, nos
encontramos constantemente en la encrucijada de caminos, donde el
destino se cruza con nuestras decisiones y la incertidumbre nos
ofrece su tentadora mano. ¿Es acaso la suerte quien decide el rumbo
que tomamos? ¿O acaso son nuestros presentimientos los que nos guían
sutilmente? ¿O tal vez, las casualidades se entrelazan en una danza
espacial para llevarnos por senderos curiosos y sorprendentes?
A veces, en retrospectiva, cuando miramos
hacia atrás y contemplamos los caminos que hemos tomado, nos
sorprendemos ante las conexiones inesperadas y los resultados
impredecibles. La vida, en su maravillosa complejidad, nos muestra
su carácter caprichoso, como un mago que juega con las cartas del
destino. Nos envuelve en su telaraña, dejándonos maravillados y
perplejos a partes iguales.
Nuestros pasos trazan líneas en el lienzo
del tiempo. A veces, esos senderos nos llevan hacia lugares que
jamás hubiéramos imaginado. Nos sumergimos en aventuras fascinantes
y nos encontramos con personas extraordinarias que iluminan nuestro
camino con su presencia y entre ellas los amigos. En otras
ocasiones, esos mismos caminos nos conducen a lugares oscuros y
desafiantes, donde la lucha y la superación se convierten en
nuestros devotos compañeros.
Y en medio de esta trama intricada, se
revelan las metáforas de la vida, que son sutiles lecciones
envueltas en palabras poéticas.
POEMA
En el laberinto de la existencia,
donde los caminos se bifurcan,
se alza el telón de la incertidumbre,
y en el escenario de nuestra vida,
cuántas veces actuamos sin guía...
Somos hojas arrastradas por el viento,
volando a través de valles y montañas,
nuestros pasos son notas en la partitura,
que la sinfonía del camino dibuja y pinta.
Las casualidades son hilos invisibles,
que entretejen el tapiz de nuestro ser,
y los presentimientos, susurros en sueños,
guiándonos en medio de la nebulosa.
La suerte, una sombra esquiva y cambiante,
una compañera impredecible y puntual,
nos lanza retos y nos brinda oportunidades,
en esta danza cósmica del devenir.
Así, en el cruce de caminos innumerables,
nos encontramos con nosotros mismos,
descubrimos la fuerza que habita en lo
profundo,
y nos sorprendemos ante lo que hemos sido.
La vida, un eterno juego de luces y sombras,
un poema en constante creación,
donde las casualidades se vuelven
significado,
y los presentimientos, brújulas en la
oscuridad.
En este viaje, abraza la incertidumbre,
acoge el misterio de los caminos cruzados,
porque en cada elección y en cada encuentro,
se revela la magia de lo inesperado