EL TITIRIHUÍN Y LA GOLONDRINA

 

 

En una llamarada...
sobre un huitzache,
una cereza
clavada en un mezquite,
un clavel de púrpura
sobre la mañana.

Aquí en Arreguín de Abajo,
sobre el polvo
y bajo el cielo despejado,
el titirrihuín
llega por la madrugada.

Dicen los niños
que los titirrihuines
son amigos de las golondrinas
¿Cómo se verá este pájaro
de plumaje rojo,
con la tijera negra
de pecho amarillo ?

Yo quiero verlos juntos
en esta primavera
planeando el negro,
planeando el rojo,
planeando por el cielo de Arreguín
la golondrina y el titirrihuín.

Yo quiero saber
que siempre serán amigos,
que desde mi ventana escolar
los pueda ver como platican,
cómo describen figuras en el cielo,
cómo recortan sus colores
contra el polvo

Una fresca mañana
llegó la golondrina:
emplumada tinta de la equis,
como para escribir México
Con el vuelo ágil
de su pensamiento.

Y le dijo al titrrihuín:
vengo del sur,
de los tropicales lugares
que visitaron mis abuelos,
y los abuelos de mis abuelos.

Pero hoy vengo triste
porque los hombres
ya no se alegran
con nuestros trinos,
antes bien que se ocupan
en destruírse.

Se matan unos a otros
y la sangre fluye
entre el rojo y el morado.

Calma, interrumpió el titrrihuín,
aunque yo nunca he salido
de mi país, también sufro,
pero sé que nuestra misión
es llevar por doquier
el mensaje de la vida
el canto de la primavera,
algún día
cesará la imprudencia humana,
y se amarán como tú y yo
sin diferencias de color,
sin distingos de razas,
como tú, negro de vida
y no de muerte,
como tú negro infinito
con amarillo sol,
y como yo también
rojo brillante,
llamarada de amor,
clavel perfumado
saltando en los huitzaches,
en la patria de todos
y no color de sangre derramada
sobre el polvo de la incomprensión.

Desde esa mañana azul,
los cachorros de los hombres,
contemplan la pareja.
planeando el rojo y el negro
en el azul
bajo el cielo de Arreguín,
la golondrina y el titirrihuín.