DERRUMBES
Los mezquites duermen quietos de lluvia, el pájaro ensaya su canto entre magueyes sabios que tuercen el monte de caminos fracturados comiendo grietas.
¿Señor Nezahualcóyotl, vendrás algún día con la flor y tu canto?
Soy cenzontle, que quiere estar en la tierra, resucitar en flor y canto con este cuerpo que vive una infancia que juega con las espinas, tendido en el suelo, que arrastra mortajas y pájaros que no ven la tristeza.
Elegí esta noche MÍA, donde tiembla la tierra, y las piedras del muro permanece en silencio, el polvo se levanta del derrumbe, pero calla el viento y mi palabra se hace cuerpo, en este oficio del silencio, mientras se escribe en queja del recuerdo.
Soy agua, tierra, fuego y viento; sólo uno y esclavo de mis versos. Para decir que el derrumbe no me ha derribado,
¡Soy yo Nezahualcóyotl! el que grita que escuches mi flor y mi canto...