ESCALOFRÍOS
I
Ayer labré la madrugada y el día hoy se hincha de luz, el sol es el único pájaro que canta en los mezquites y, en este laberinto con espinas, hoy parece que Dios piensa dónde se cree que esta la calma y dónde duermo en las profundidades del silencio, mientras el invierno que me trae entre sus raíces de un cítrico que vibra con olor a mandarina aromatizado sobre la mesa, mientras olvido con un café de olla mi país de muertos que no se resuelven con la transformación ni con las ancianas ciegas que rezan un antiguo padrenuestro y un rosario olvidado.
II
Ayer caí enfermo, ardían mis raíces en esta casa de muros fríos que se desprenden sin puertas, y te platicaba mis escalofríos que marcaban las 11: 30 hrs. temblando en el vientre extremo de mis tambores, haciéndome de mí, escribir prosa MÍA ardiente y versos de té limón que me dió mi madre, acompañados de quelites del monte donde arde la agonía en la celda fría en mi pecho.
III
¿Quién gusta de escuchar los vuelos de pájaros del monte en esta tarde fría?
Hoy tengo el poco sol en las manos, y llegaré hasta medio día donde los pájaros vuelan y solo ahí descansaré, señor, cae la tarde, la lluvia es una letanía ausente, vamos por la luz de la luna por la garganta de las aves que permanecen en su vuelo y el paisaje devora espinas que se resuelve en lluvia de polvo árido y viento que rueda la arena en mi camino al ejido que llueve frío, en mi garganta que todo es silencio puro; hace que hable poco en esta escala de sordera de las horas más altas de la noche......