ESTRÉS TECTÓNICO
Clarea el último suspiro de la noche, las luces anuncian el estrés tectónico de mi patria, en la hora pactada de los frágiles equilibrios de un ecosistema que hace valle. Con enojo sin palabra, surcando aire, dominando miedo con furia de lo desconocido.
Hoy el cielo rojo no ha dejado de llorar a cempazúchitl, haciendo temblar a la tierra sin control de su fuerza.
Estoy aquí a mitad del camino, triste de silencio, ausente de quietud, tomando café a orillas del sol, contando lunas, comiendo tardes mientras el señor grillo anuncia la noche Mía.