RELOJ
Al tiempo le nacieron canas, mientras tu boca hablaba del pasado, y del presente se asomaban sus palabras que hoy se hicieron sabias, reparando el destino en los minutos de ayer, mientras el reloj marcaba las horas del café, cargando el tiempo en mi espalda.
Yo asomado en esta ventana, suplicando que pases algún día, junto a Einstein y su melena retrocediendo al tiempo, con su relatividad en la mano, y sus arrugas mal puestas que son surcos del pasado y su tinte mal puesto se cae lentamente víctima del olvido.
Vayamos juntos con las manecillas del reloj, tomados de la mano, con San Isidro que hoy maneja un tractor descompuesto, surcando maíz conTláloc, adornado de orquídeas del mezquite de Catita que convocó la lluvia y labrar esta tierra que se pudre de polvo; a humedad perfecta que germina semilla MÍA y se pierde en este suelo...