Tulancingo cultural tras los tules...
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16.Dic.23 | ||||||||||||
EL ERROR cuento
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Esta cuchillada se la debo a Eduviges. El
cuchillo me atravesó el brazo y aún lo traigo
encima. Estoy esperando que llegue la ambulancia
para acudir al hospital y que manos expertas me
retiren el arma de ataque. Al parecer el cuchillo rebanó piel, músculos, venas y grasa, y pasó sin tocar los huesos cúbito y radio del antebrazo... La cuchillada iba dirigida al corazón, pero realicé un movimiento de rápido reflejo y logré protegerme con el brazo, donde ahora tengo el utensilio de cocina atravesando el antebrazo izquierdo. En virtud de que la agresión sufrida fue "un acto de sangre", deberé declarar ante las autoridades cómo sucedieron los hechos, y ya he pensado lo que habré de decir. Desde luego jamás diría que fue mi propia esposa la agresora. Inventaré que un ladronzuelo quiso asaltarme y, al pretender desarmarlo, me acuchilló. Eduviges ha sido la mujer a quien más he amado en toda mi vida debido a su belleza y múltiplez elevadas virtudes que posee. Ella me trajo juventud y deseos por vivir en una relación plena de felicidad y goce. Gracias a ella mis hijos han tenido un padre verdaderamente amable y cariñoso, formal y atento a sus necesidades. Ayer fue cumpleaños de mi esposa y me pareción un gran detalle obsequiarle el juego de collar y pulsera que tanto le gustó cuando fuimos a Vallarta en vacaciones, y que entonces no pudimos comprar por falta de dinero; así que me trasladé en avión al puerto y recorrí varias joyerías buscando el que sería su regalo. Hice la búsqueda en tal recorrido pues ya se había vendido en el local donde lo vimos hace tres meses.
Finalmente logré encontrar las mismas joyas en otro establecimiento. Conseguir el juego de collar y pulsera me puso muy contento ahora que se lo entregaba, porque mi esposa tendría un buen obsequio y a su pleno gusto. No obstante, por un lamentable error le dije al entregarlo en la cocina, cuando ella cortaba la carne: "Feliz cumpleaños, Eduviges" y ¡Sopas! Rita me tiró la cuchillada y me lanzó a la cabeza la pulsera y el collar... Ya llegó la ambulancia.
…
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