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En su discurso titulado "La memoria poética hispana de los
Estados Unidos desde 1571 hasta el presente", el poeta
ofreció un trabajo historiográfico como "testimonio y
humilde homenaje a la misión de nuestra Academia
Norteamericana y a todos los que se han atrevido a proclamar
y reclamar esta vena hispano-americanista en todas las
Américas, sin menoscabo de otras culturas e idiomas,
rescatando en los Estados Unidos nuestra presencia, nuestra
historia, nuestra cultura, nuestro idioma hispano", ya que
citando a Paz Soldán y Alberto Fuguet: “no se puede hablar
de Latinoamérica sin incluir a los Estados Unidos”.
Resaltó a
continuación la “memoria poética que a través de los cuerpos
poéticos recorridos; el colonial, el
mexicano-estadounidense, el puertorriqueño continental, el
cubano-americano y el de la poesía de los exilios
hispanoamericanos, que "se caracteriza, a lo largo de su
prolongada y multifacética historia, por una riqueza
multicultural, voz antigua y nueva”, con “representantes de
todos los movimientos literarios desde el Barroco hasta la
post-globalización y con una presencia femenina cada vez más
predominante que ha cuestionado, resistido e ido liberándose
desde su realidad y expresión, con su poesía dialógica,
solidaria, relacional".
Por
indisposición del director de la ANLE Gerardo Piña Rosales,
Estelle Irizarry, presidenta de la Comisión de Informática
Literaria y Lingüística de la Academia Norteamericana, leyó
la contestación del director titulada “La poesía de Luis
Alberto Ambroggio”.
“La Academia
Norteamericana de la Lengua Española recibe hoy a un nuevo
miembro de número y la Real Academia Española a un nuevo
correspondiente hispanoamericano o, debería decir,
hispanounidense”, comenzó el discurso del director. “Con el
ingreso de Luis Alberto Ambroggio en nuestra Academia, nos
sentimos todos de fiesta”.
“Toda
escritura es siempre un encuentro, un diálogo con otras
escrituras. Todo poema recoge los ecos de otros poemas, de
otras voces”, agregó. “En la obra poética de Luis Alberto
Ambroggio se oyen a veces la voz doliente de César Vallejo,
la voz sibilina de Jorge Luis Borges, la voz atormentada de
Luis Cernuda, la voz amante de Pedro Salinas, la voz viril
de José Hierro, la voz asordinada de Rilke, la voz
ventrílocua de Fernando Pessoa. Pero estas voces, ora
susurrantes, ora ensordecedoras, no opacan en ningún momento
la voz de Ambroggio”.
En su presentación al comienzo de la ceremonia, la Dra. Roza
Tezanos Pinto, de la Universidad de Indiana-Purdue, afirmó
era un "honor rendir homenaje a Luis Alberto Ambroggio por
una carrera que enaltece con su talento, con una obra
magistral que perdurará por su inestimable valor,
profundidad, belleza, por su irreprochable balance entre
idea y emoción".
Georgette
Dorn, directora de la División Hispánica de la Biblioteca
del Congreso y numeraria electa de la ANLE, destacó en sus
palabras de bienvenida la labor del nuevo académico en pro
de la lengua española y las literaturas hispánicas en los
Estados Unidos. Y Carlos Paldao, Colaborador de la ANLE, se
refirió a las numerosas actividades que desarrolla la
Delegación de la ANLE en Washignton DC, resaltando algunos
de los proyectos que esta pondrá muy pronto en marcha. A
continuación, para formalizar el ingreso de Ambroggio a la
Academia, Irizarry y Paldao le entregaron al flamante
académico la medalla y el diploma de Numerario de la ANLE.
Antes de
este acto se presentó el libro Gabriela Mistral y los
Estados Unidos, publicado por la ANLE, y cuyos editores son
Gerardo Piña Rosales, Jorge Ignacio Covarrubias y Orlando
Rossardi.
El director
de la ANLE trazó una evocación onírica que anudó la poética
de la ensoñación, la reminiscencia creadora y el humanismo
trascendente con el realismo mágico en cuyos extremos están
Gabriela Mistral y en el otro Pablo Neruda y entre ambos un
vinculante, Maldoror el personaje de Ducasse, cuya presencia
demoníaca que aborrece lo divino y la humanidad naufraga
ante el vitalismo de Gabriela Mistral.
Por su parte
la profesora Dorn ofreció una detallada descripción de la
relación de Gabriela Mistral con la Biblioteca del Congreso
de Washington y destacó que la poesía de la chilena eterna
había quedado grabada en los Archivos de la Literatura
Hispanoamericana de la Biblioteca. |
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