Azul sobre azul,

mar profundo que rodea nuestra costa,

marea gris que regresa de las rocas.

Blanco sobre blanco

la espuma del mar llega hasta las rocas.

Devolviendo espuma blanca sobre azul.

Negro sobre blanco

las grietas de los arrecifes yacen desnudas,

un viento acuoso moja nuestros pies.

Tus manos sobre mis manos,

piel morena sobre canela,

el viento sopla y nos acurruca,

dentro de una piedra,

nos arrulla dentro de un acantilado,

mojados por dentro y fuera

rosa sobre rojo,

agita nuestros corazones en la costa.

Azul, blanco, negro, café canela,

rosa sobre rojo,

un verano distinto lleno de colores,

la neblina se vuelve pálida,

se arremolina entre nuestras piernas,

somos oleaje sin nombre,

plumaje de mar,

cuerpos torturados por despojos

de las críticas de nuestra tierra.

Blanco sobre blanco,

azul sobre blanco,

gris sobre negro,

rosa sobre rojo,

nuestros cuerpos húmedos aúllan

hambrientos de caricias,

nuestros poros gimen,

gritan,

sobre la arena que yace bajo el sol,

oscuridad blanca que ilumina la luna,

nubes y agua,

dentro de nosotros para quedarse

o ahogarnos de amor.

Blanco sobre el azul del mar,

¿vivir para soñar o soñar para vivir?

Apología de besos,

negro sobre blanco lunar,

parábola de nuestro encuentro,

ondas acuosas del alma,

atmósfera idílica,

de la alegoría del vacío