LA PRE-EXISTENCIA DEL DIOS FADO EN EL ALMACEN DE LOS COMPOSITORES
ORGÁNICOS
Saliendo de lo que siempre son puertos
Distingo el memorándum que recuerda el ocasional martes
Devoto no lo soy pero puede ceder ante las estampitas del panteón
Lo único que no se le permite al melancólico es bramar en la tarde
moribunda
Pero allí están los cabarets, asoleados por la incandescencia de los
cigarrillos, aprovéchalos
El otro lado es el ángulo de mi barrio
Al esperar la telegrafía no advertí la celosía caudal
Sellada para no ser visto por los objetos de tu remembranza
Nunca me he resistido al oleaje pero eso que llaman marea es tenerte
Es sólo una observación; como en el pasado no estaba, entonces me
vine en este transporte
ALGUIEN MEA FUERA DEL Ganges y no es ilegal
Mientras las patitas se entumecen a orillas del
Pacífico. Al pasado mes, día miércoles de las dos
de la tarde, le faltan agallas para tomar la loco-
moción adecuada. En efecto, como pez de otra
región en aguas escalofriantes. El cebiche crudo,
la siesta sola, el jalón de las noches de verano.
A dos cuadras de aquí te venden de todo, pero
no a cualquiera. Sólo amarte de memoria, com-
pinche del tour. SURDISTÁN.
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