De la poesía de Pamela González Osorio
Muerte programada
De la boca de la
noche
arrastro las
vocales
un bocado de
palabras
para el hambre
de cadáveres que retumba
hay un código de
guerra sobre los cuerpos
asíntotas son
las líneas de investigación
crímenes
recurrentes perduran con impunidad
un canibalismo
de todo lo que
se considere otro
un roer roer roer
de huesos que se
quieren mantener bajo control
de carnes que se
marcan como territorio
de siluetas que
se enjaulan en preguntas “inocentes”
¿eres sólo mía?
¿hasta dónde me
dejarías llegar si me amas?
un gesto
violento que se reencarna
en un decir
al objeto de
violencia y a los pares
en un discurso
de miedo donde se hace un sacrificio
que permita
mantener la asimetría
el orden
configurado y maquetado de siglos
la ingestión del
poder del otro
de la divinidad
del otro
de su carne
un roer roer roer
hasta que la
boca desdentada e insaciable
reencarne en
otra boca
que no sabe por
qué tiene hambre
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