DON MANUEL DE LA CONCHA TAGLE,
BENEFACTOR
por José Antonio Durand
Hoy día,
cuando en México vivimos una realidad opresiva sin que se
vislumbre en la inmediatez salidas adecuadas a tan crítica
situación; hoy, nuevamente hace su aparición la bonhomía de don
Manuel de la Concha Tagle. Un personaje indispensable quien con
su ejemplo profesa devolverle al ser humano su condición
humanitaria y la esperanza de una convivencia civilizada.
Don Manuel de la Concha Tagle es una persona que siempre ha
apoyado de manera desinteresada las expresiones de creación
literaria que se han dado cita, desde hace años, en la ciudad de
Tulancingo, Estado de Hidalgo, donde don Manuel tiene asentada
su residencia.
No
pocos de los escritores, cronistas, narradores, dramaturgos,
ensayistas o poetas que hemos asistido a dicha ciudad
—merced
a las reiteradas y finas invitaciones de Cristina de la Concha—
para el intercambio de textos y desarrollo de nuestra actividad
literaria, hemos sido fieles testigos de la generosidad de don
Manuel.
Magnificencia que adquiere diferentes formas: ya sea donando a
la Plaza pública un monumento al escritor; ya patrocinando los
Encuentros de escritores; ya promoviendo recitales en su propia
casa; ya haciendo huéspedes a escribientes
extranjeros (y nacionales); ya ofreciéndonos
brindis de honor; ya invitándonos múltiples agasajos, etcétera.
Por todo esto y más, el pasado 28 de abril, en el seno del IV
Encuentro Latinoamericano de Escritores, Hidalgo 2012, La Casa
del Poeta Peruano conjuntamente con la Unión de Escritores
Latinoamericanos, A. C., tuvieron a bien efectuar un público
Reconocimiento a quien reviste con precisión la figura moderna
del mecenas.
Sí, se otorgó un Diploma que expresa el sentir de gratitud de
los casi cien escritores que nos dimos cita en el referido
Encuentro. No obstante, dada la personalidad austera de don
Manuel, y tal y como era de esperarse, el hombre se negó a
recibirlo, pues señaló que su cooperación no busca premio
alguno. Así, el Representante en México de La Casa del Poeta
Peruano, el escritor Alejandro Campos Oliver entregó el
documento a su hija, la promotora cultural Cristina de la Concha
quien lo haría llegar a su destinatario.
La
actitud ejemplar de don Manuel constituye un breve remanso en el
horizonte de violencia cotidiana. Reciba Usted, don Manuel, mi
más sincero agradecimiento por su obra de apoyo a las letras, a
la cultura, a nuestro país.
José
Antonio Durand |