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A C
O R D A N Z A
Por Tere Ponce de Vega
Salvador
Hurtado, ganador del XVI Certamen Literario Juana Santa Cruz
Recibió el Premio en el
Ateneo Español de México
Para honrar la memoria
de la escritora española del exilio Juana Santa Cruz, desde hace
dieciséis años el Ateneo Español de México convoca a los escritores
iberoamericanos a un certamen literario de cuento corto que se ha
convertido en uno de los más prestigiados en el ámbito de la literatura…
Pues bien, en este 2009, lo ganó Salvador Hurtado Ponce, con un texto
titulado “Mal Amigo”…. La ceremonia de premiación tuvo lugar el martes
último en la hermosa sede del Ateneo del Centro Histórico de la ciudad
de México, una casona de cantera y tezontle del siglo XVII, cuya fachada
ostenta una placa indicando que fue el lugar del nacimiento de don
Daniel Cosío Villegas… Y si hace más de un siglo la casa albergó la
niñez de un gran historiador mexicano, en este 2009 guarda los
extraordinarios archivos, la memoria histórica de la república española
exiliada en nuestro país en 1939… Fundado en 1949 a semejanza del Ateneo
de Madrid, este año cumple sesenta años de funcionar como centro
cultural, al que no sólo han pertenecido españoles trasterrados por la
guerra civil de su país, sino también hombres de letras mexicanos e
iberoamericanos muy ilustres como don Alfonso Reyes, que fue ateneísta
en Madrid, el venezolano Rómulo Gallegos, el cellista Pablo Casals… El
Ateneo posee el archivo más importante sobre el exilio español en
México, con un centro de documentación e investigación esencial para
conocer esa parte de la historia española que se prolonga en nuestro
país, amén de contar con una biblioteca de veinte mil volúmenes y una
especializada consagrada a República Española, Guerra Civil y Exilio,
con 6.000 volúmenes …. Pero volvamos a la ceremonia: Salvador Hurtado,
actor y comunicador, como escritor de ficciones está “enrachado”, ya que
en 2008, otro de sus cuentos ganó el Premio Nacional de Cuento Beatriz
Espejo, que convoca el Instituto de Cultura de Yucatán…En la mesa de
honor, instalada en el auditorio, tomó asiento con la doctora en Física
Carmen Tagüeña, presidenta del Ateneo, y dos de los jurados del
certamen: el escritor Federico Patán y la doctora en Letras Lourdes
Pastor. La escritora, doctora en letras e investigadora de la UNAM,
Angelina Muñiz, tercer jurado, no asistió por encontrarse un tanto
delicada de salud…La doctora Pastor inició el diálogo con el público
asistente comentando la influencia en la cultura y en la educación de
los españoles en el exilio y cómo éstos a través de colegios privados
como el Luis Vives y el Madrid, llevaron a las escuelas privadas la
educación laica, la escuela para estudiantes de ambos sexos y el método
educativo que enseña a los alumnos a pensar, desarrollar el pensamiento
al través del análisis y llegar a la conclusión. En lo referente al
concurso, dijo que hubieron muchos trabajos de muy buena calidad, aunque
la participación fue menor que en años anteriores, éste año se
recibieron solamente setenta trabajos…Por su parte, Federico Patán
explicó que el cuento breve es un género demandante que implica un reto
total para el escritor, pero que en México hay una tradición literaria
de un siglo en que se cultiva… Exaltó las virtudes de la narración del
cuento premiado expresando: “es un cuento de palimpsesto, bien escrito.
Un palimpsesto es una historia con ecos de otra historia que todos
conocemos…En el cuento ganador, no se dicen los nombres de los
protagonistas. Tiene ironía y es subversivo, al romper los patrones
establecidos del texto original. Por esto, la decisión fue unánime. Los
jurados calificaron también el pseudónimo “Escoto” con que se firmó el
cuento: pues delató la alta cultura de su autor… En el vino de honor que
siguió a la ceremonia, pregunté discretamente a Salvador, quién demonios
era el tal Escoto, y me dijo con sencillez que “Juan Escoto Erígena fue
un gran filósofo del renacimiento carolingio, es decir, del siglo IX, de
alta Edad Media europea…Era irlandés (de hecho, su apellido Escoto
quiere decir precisamente, irlandés), y fue el filósofo predilecto de
Carlos el Calvo de Francia… “Tiene, me dijo Salvador, una muy
interesante obra sobre la predestinación, y como el tema de mi cuento es
precisamente ésa, se me ocurrió firmarme como este antiquérrimo
neoplatónico”… Por su parte, la presidenta del Ateneo, Carmen Tagüeña
recordó que este año, el 13 de junio, se cumplieron setenta de la
llegada del Senaia, el barco que trasladó a los primeros españoles
republicanos a México; y que también el Ateneo está celebrando el
sesenta aniversario de la muerte de Antonio Machado… Rememoró también la
última batalla que el ejército de la República dio en el río Ebro a las
fuerzas de Francisco Franco… Y con esta batalla, evocó a su padre, un
hombre entonces de 25 años, Jefe del XV cuerpo del ejército republicano
en la batalla del Ebro, al mando de 75 mil combatientes… Revivió su
visita en España, al punto donde tuvo lugar la batalla, en el puente
-ahora reconstruido- que el ejército republicano voló para cubrir su
retirada. Una placa conmemora el paso del último soldado de la
República, el Teniente Coronel Manuel Tagüeña, su padre, quien tuvo a su
cargo la voladura de ese puente… Con la derrota del Ebro se perdió la
República y perdimos la patria, dijo conmovida… Al agradecer el premio,
Salvador hizo una sentida referencia a su madre –que soy yo-- y que me
hizo llorar a lágrima viva… ¡Ah, nuestros hijos y sus bienandanzas!...
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