Roberto López Moreno:
POEMA DE ZAPOTLÁN
Tijelino:
tu ciudad está maldita,
sobre sus espaldas carga el castigo divino.
¿Quiénes osan elevar el puño
hasta el curvado misterio de lo eterno?
¿Quiénes son depositarios del fuego robado?
Donde hay poetas,
donde crecen los talleres del color y del sonido,
se hinca la venganza del cielo.
Entonces,
los arrojados a la muerte
levantan sus signos para conjuntar lo adverso,
levantan la llama del demonio
para prevalecer sobre la tierra.
Y he aquí que te encuentro, Tijelino,
Convertido en volumen,
con los signos del fuego en las paredes,
gritando la vida desde Orozco,
desde el mar,
en tierra adentro,
en cada corazón, surco que quema.
Los malditos poetas, los artistas,
ahora son los dueños de la vida,
ellos arrojarán la adversidad
a los infiernos del cielo.
Tijelino:
tu ciudad está salvada.
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