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La nave de los locos
por Roberto López Moreno
Amarrando a la loca de la casa
Fortalecer nuestra cultura significa reconocer, de
principio, la reafirmación de un sincretismo basado en
las más variadas expresiones humanas del conocimiento y
de la sensibilidad creadora. La Conquista dio,
finalmente un entrelazado de valores indígenas, judíos,
moriscos, chinos, africanos. La resistencia pasó a
fincarse en estas aleaciones, pasó a formar cuerpo con
este conjunto de mezclas que pudo dar en el terreno de
las artes, por ejemplo, una expresión tan vital como el
barroco americano.
Nuestro mestizaje cultural es un valor ganado en medio
de la barbarie, una energía creadora que nos dota de
identidad y de inagotables recursos para nombrarnos como
hecho histórico. La acumulación de culturas ha dado a
los pueblos de América, en la práctica de su
resistencia, una gran fuerza imaginativa y creadora.
Asevera un conocido escritor nuestro que América Latina
es el continente de la imaginación. En lúcida expresión,
afirma Lezama Lima que en nuestro ámbito “la imaginación
ha dejado de ser la loca de la casa”.
En el momento en el que se gestan en América Latina
corrientes como el romanticismo, el modernismo y la
vanguardia, irrumpen éstas aquí con una fuerte carga del
paisaje y de las antiguas raíces siempre vivas, y es así
como se crea el lenguaje que entra al terreno de las
denominaciones con una savia fresca, llena de
posibilidades y significados propios. Revueltas,
Villa-lobos, Ginastera, Siqueiros, Torres García, Lam,
Rulfo, Carpentier, Cortázar, como parte de un río
interminable, son lo más nuestro y lo más universal al
mismo tiempo.
Así es como hoy la principal fuerza de este Sur
violentado es su cultura; de ella habrán de surgir la
fortaleza de la identidad y los elementos históricos que
conviertan el estado de resistencia en acto de
liberación. La cultura es lo más poderoso y vital que
tenemos, es lo que hasta el momento nos ha dado un
rostro ante el mundo y, aunque mínimamente, ante la
ceguera y el odio del Norte un argumento que reclama
nuestro derecho a seguir viviendo. Es por ello que el
mayor ataque del Norte está enderezando contra la
cultura, combatiéndola por todos los medios, incluyendo
principalísimamente la impresionante tecnología puesta
al servicio de los mass media, los que han
actuado como caballo de Troya en eso de minar la
conciencia histórica latinoamericana.
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