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La nave de los locos
por Roberto López Moreno
“La cantidad hechizada” / Volará el
Colibrí
Mientras tanto, los elementos que dieron lugar a la
conquista, con las transformaciones lógicas del tiempo,
siguen en pie. Sí existe la unipolaridad en el planeta,
integrada por una multinacionalidad hegemónica –aún con
sus diferencias entre sí-, a la que se viene a sumar, en
plan de sirviente, el poder criollo de nuestros países.
Nuestros pueblos, por su parte, han ido acrecentando la
“cantidad hechizada”, una nueva cultura que brota de las
multietnias, asediada pero que será la mayor defensa en
la resistencia y la mayor fuerza para la liberación.
La traición de los intelectuales alistados en contra de
la cultura, así como los marxistas de circunstancia,
que cambiaron bandería en función del trasnochado
liberalismo que desde el pasado tantos perjuicios nos
abona, ha representado un fuerte golpe en esta lucha de
resistencia; pero como dice Petras:
...las clases trabajadoras, las mujeres que trabajan y
los pueblos indígenas y campesinos saben lo que son la
explotación y condiciones locales; no necesitan
intelectuales que les enseñen sus condiciones
cotidianas. Lo que piden de los intelectuales es que les
den explicaciones del contexto mundial más amplio, de
los cambios estructurales y configuraciones de poder que
actúan sobre su mundo, así como soluciones y estrategias
viables para tratar con sus adversarios y poder
transformar la sociedad en un orden social más
equitativo a igualitario. En una palabra, piden que los
intelectuales promuevan el liderazgo político e
intelectual responsable, que rinda cuentas a los
movimientos populares, democráticos y socialistas.
La traición de los intelectuales de la pasada
generación, de los exmarxistas neoliberales, no es
factor definitorio. Existe en estos momentos una nueva
generación de intelectuales leales inmersos en el
estudio y la reflexión acerca de pasados errores,
adecuando el pensamiento teórico a las nuevas realidades
políticas, a las nuevas necesidades sociales, en el
trabajo de un nuevo lenguaje marxista que sigue siendo
la única respuesta viable a los requerimientos de la
actual era.
Mientras tanto, el Continente de la Imaginación, esta
mestiza franja del planeta, no morirá en esta lamentable
vuelta al pasado. Enfrentará la hegemonía como desde
hace 500 años, pero dentro de su realidad multiétnica. Y
tendrá que ser así. Lo demás es dividir. La disculpa que
se les solicite, entiéndase como una invitación a que
reconozcan sus crímenes de siempre.
En nuestra inmensa mayoría no somos indios ni europeos,
como tampoco africanos ni asiáticos. Somos mestizos
latinoamericanos, fuerza presente, lastimada hasta los
huesos, pero de pie; realidad ineludible acrecentando su
espacio vital en este periodo de vida. La resistencia de
la Iguana lo sabe. El Colibrí alcanzará su vuelo.
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