Tulancingo cultural

tras los tules...

Tulancingo, Hidalgo, México

Principal (portada) en las letras en la música en la actuación en la plástica sociológico y social histórico centros y actividades culturales diversas de Tulancingo gastronómico ciencia y tecnología municipios  hidalguenses
 
anteriores
 
danza performance teatro
 
cine
 
prehispánico
 
tradicional y legendario
interesante
 
hacedores
 
     
 

autores - los maestros en Tulancingo - autores tulancinguenses - autores hidalguenses - reseñas - libros y revistas - premios y reconocimientos

 
 

bibliotecas - derechos de autor - encuentros y festivales - talleres - convocatorias

 
________________________________________________________________________________________________________________
         

7.Dic.19

 
             
 
     
   
     
  La cultura política y la política cultural desde la pupila reporteril, La Nave de los Locos, libro fundamental en la bibliografía de Roberto López Moreno (el poeta, el periodista, en el pulso de nuestro tiempo) acaba de ver la luz en este septiembre de 2019. "Será sin duda su libro de cabecera"

 

 
     
     
Más aquí con un clic  
     
     
     
     
Roberto López Moreno  
     
     
     
     
   Chiapas  
     
     
 
     

 

 
     
 

 

La nave de los locos

por Roberto López Moreno

 

, Dios estaba enfermo

 

 

César Vallejo nació un día en el que Dios estaba enfermo, grave. El sino del poeta también fue heredado por la parte de continente que nos toca. La adversidad es pan cotidiano. El modelo aniquila en vez de favorecer. Sus posibilidades están agotadas. Entonces, en medio de tanto deterioro, surgen los nuevos proyectos para intentar la permanencia. Se habla de integración entre los modelos nacionalistas, que lo han sido de ineficiencia hasta la fecha, pero la integración que se propone es estrictamente comercial. Se habla del establecimiento de tratados de libre comercio, pero se pasa por alto la realidad de las asimetrías entre países con problemas de indigenismo, con déficit propios de tercermundismo del que proceden, y países altamente industrializados, beneficiarios tradicionales de la explotación irracional de hombres y mujeres y entornos geográficos.

Quizá la unipolaridad a la que ha llegado el mundo de hoy cierre toda opción para erradicar en definitiva el modelo de la ineficiencia (por otro lado, el proyecto socialista en América se encuentra más isla que nunca). La acción en esas condiciones habrá de consistir en dotar de humanismo, en lo más posible, a ese liberalismo que hasta el momento ha tutelado la tragedia.

Es falso hablar de modernidad cuando se habla desde la cúpula y sospecho que son falsas también las soluciones que se den desde la mesa del tecnócrata, desde las fórmulas del estratega, es decir: desde la cúpula también. Seguiremos, en todo caso, en los empeños del maquillaje. Buscar soluciones desde las teorías economicistas del neoliberalismo significa seguir empedrando los caminos del infierno. Los Estados Unidos, Europa y Japón bien nos ayudan en ello. Nuestra democratización empieza con el voto atado, cuando se emite, y concluye con el retorno de epidemias propias de siglos pasados, como el cólera.

Sólo en América del Sur la deuda externa en 1990 fue de 432 mil millones de dólares. En el hemisferio norte, México es uno de los países más endeudados del mundo. ¿Qué democracia puede ser posible con esa guillotina sobre la nuca? Se puede afirmar con total certeza que de esa manera pierde operatividad cualquier redefinición del papel del Estado que pretendiera abolir la ineficacia burocrática impulsando los procesos de privatización. Si lo que se planee fuera de estas especulaciones copulares cae en los terrenos de la utopía, entonces habrá que trabajar sobre la utopía hasta convertirla en realidad, y por lo tanto en proyecto viable.

Es práctica usual de nuestras esferas rectoras relegar los hechos culturales a los últimos planos. La luz es veneno (parecen discernir), y por ello nuestros países han carecido siempre de una verdadera política cultural, y los programas educativos deambulan en nuestros planos tan ineptos como el sistema que les ha dado vida.

Es claro que la educación y la cultura constituyen la semilla de la humanización que debemos instaurar. Siempre he sostenido que el procedimiento se inicia con la liberación de los sindicatos; las organizaciones de los trabajadores deben responder plenamente a los intereses legítimos de la población, y para ello se requiere que sean regidos por los verdaderos interesados.

Dentro de esta óptica, el planteamiento es el siguiente: la recuperación de los sindicatos, para asegurar una educación real y humanista (para alcanzar la cultura) que atienda tanto las necesidades nacionales como las etnias. Por medio de una educación adecuada, crear aptitudes para la defensa de la vida social y de la ecología, su casa; anular el aislamiento impuesto al socialismo americano, que, aunque ha demostrado ser un sistema más justo dentro de la realidad regional, no se le ha permitido desarrollar su potencialidad; prepararnos, entonces sí, para arrancarle al futuro un necesario y definitivo cambio de modelo.

Solamente así podemos escapar o por lo menos darnos mayor posibilidad de superar un futuro viejo, como el que se nos propone, incapaz de dar más de lo que nos ha dado: muerte y explotación, bajo el espejismo de ese mito en el que tanto se nos insiste en estos tan duros días nuestros: la democracia.

 
     

 

     
     

 

 

Gracias por su visita

 www.tulancingocultural.cc ® Derechos Reservados

tulancingocultural@hotmail.com

Aviso legal para navegar en este sitio

contador de visitas http://contador-de-visitas.com/signup.php

contador de visitas
Contador de visitas
diseño de logo