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El Torturador, el nuevo libro de Saúl Ibargoyen

 

10 de noviembre de 2010.

 

“EL TORTURADOR”, ¿NOVELA POLIFÓNICA?

TRES PREGUNTAS A SAÚL IBARGOYEN

 

               Alejandra Silva Lomelí

 

Acaba de aparecer la nueva novela de Saúl Ibargoyen, El Torturador, bajo el sello Ediciones Eón, que ya publicara varios títulos de narrativa, poesía y testimonio de este mismo autor uruguayo/mexicano. Con tal motivo, y al amparo de la hospitalidad de esta prestigiosa columna, realizamos a Ibargoyen una breve entrevista para aproximar al lector a una propuesta novelística sin duda infrecuente en nuestras letras.

Tu novela se desarrolla en un lugar llamado el Estado Mesoriental, que es una mezcla entre Uruguay y México, mezcla que tú mismo defines como insólita por lo diferentes que son esas dos naciones. ¿Cómo encuentras entonces el punto medio que las hace compatibles para que se fundan en un mismo sitio, escenario de tu novela? ¿Cuáles son esas similitudes y esas diferencias? ¿Han marcado tu vida también como un ciudadano uruguayo/mexicano?

   Una respuesta más o menos abarcadora de tan complejas preguntas, a más del lúcido comentario que conllevan, ameritaría un largo ensayo que no estoy en situación de elaborar. O sea, en parte por ignorancia de muchos temas, en parte porque la novela se apoya, más que en un conocimiento libresco de realidades mexicano/uruguayas, en experiencias de vida personales y colectivas. En cierta medida, y aunque en otras de mis obras narrativas y poéticas aparecen asuntos que en este relato también son abordados, en verdad -y más allá de incontables elementos ficticios- El Torturador apunta a exponerse como una especie de testamento político, apoyado por supuesto en los procedimientos narrativos que fui aprendiendo costosamente a utilizar durante muchos años. Aprendizaje interminable, por supuesto…

   Es obvia la diferencia, incluso de tamaño, entre un Uruguay más homogéneo en lo social, cultural y étnico, con mayor acumulación de valores democráticos, pero con dos dictaduras en el siglo pasado, y que ahora trata de superar los rezagos generados por el neoliberalismo en función de un país que sea productivo y justo. Precisamente, en mi novela se presenta una visión de esas etapas mezclada con aspectos del México de esos años, es decir antes, durante y después de la segunda dictadura cívico-militar (1973-1984). En cuanto a México, cuántos Méxicos hay…

 

 

 

 

 

 

    En la novela, al efectuarse la mezcla que mencionabas, aparecen indios (en Uruguay no existen, sólo descendencia), aparece la negritud (la hay en ambos países), aparecen personajes que simbolizan el poder religioso, el político, el castrense, el imperial. El escenario del relato es la pura invención y lo bueno es que los personajes de todo tipo que allí actúan, están a gusto en ese espacio, sobre todo el urbano. En cuanto a si fui marcado por el encuentro de ese parecido y de esa diferencia, pues sí, tremendamente y hasta hoy.

     Algo esencial es el habla de los personajes: un lenguaje híbrido que fue algo muy difícil de elaborar. Tal vez la novela haya sido asimismo un intento por definir en mí al menos un bosquejo de identidad, aunque siempre desde una postura muy latinoamericana. Porque la identidad es como el objeto del deseo: inalcanzable. Nos acercamos de modo permanente a ella, nada más.

 

La narración está a cargo de varias voces que se interrumpen, explican al lector algo importante, comentan la misma narración. ¿Por qué utilizar este recurso literario? ¿Existe la censura entre ellos?

   Al tratar asuntos generales de una sociedad en un momento específico -aunque el eje de la narración es la vida de Escipión, el desclasado que se vuelve torturador al servicio del sistema-, no es posible eludir para mí la participación colectiva, tanto de sectores populares y clases sociales como de grupos militares o parapoliciales. Los sucesos históricos que interpreto libremente incluyen a sociedades o estamentos sociales y culturales muy amplios, por lo tanto surgen voces que exigen su presencia en el relato. Nada nuevo, en verdad, con relación a mi narrativa anterior. Pero en esta novela tal procedimiento se acentúa, siempre teniendo a la vista los antecedentes de los libros de caballería y su duro cuestionador, Don Quijote, un antihéroe.  Y más atrás: ¿acaso Homero no congelaba el tiempo? Se forma un entretejido de voces, una expresión de polifonía que Mijail Bajtín me enseñó a trabajar, pero ¿qué habría logrado yo sin las distintas y ricas dimensiones del discurso popular, clasemediero, burgués, religioso, etcétera, en México, en Uruguay y en tantos otros espacios latinoamericanos? Por eso quizá los diversos niveles de lenguaje señalan también alejamientos o aproximaciones con respecto al poder: siempre hay un discurso por encima de otro, porque siempre hay un poder por encima de otro poder. Es cierta tu sugerencia en el sentido de que entre esas voces existe censura:

quien es dueño de la palabra (los “mass media” modernos, p. ej.),

es dueño de la economía, de la mal llamada “clase política”, de la mente pública, etcétera.

Las voces narrativas cambian de una página a otra. ¿Tú como autor también te conviertes en muchos? ¿Existe el desdoblamiento en Saúl Ibargoyen? 

Mi experiencia como narrador me señala que cada persona es un sistema de voces; el asunto es saber qué voz aplicar en una instancia dada. Esa voz es de uno (autor o escriba), pero es también de otro (personaje desdoblado o no del autor). Mi concepto del mundo como espacio de impermanencia se traslada así al fluir y/o al desborde de los sucesos que los protagonistas originan. O sea que las opiniones de éstos o su mero actuar, que asimismo los define como portadores inevitables de ideología, pueden ofrecer una movible crítica al autoritarismo, al pensamiento dictatorial, a la democracia fallida, a la tortura institucionalizada; y a las cuestiones del amor, la solidaridad y la amistad. Por supuesto, no puedo estar fuera de la conducta, las ideas y el habla de mis personajes.

 

Saúl Ibargoyen, El Torturador, Col. Narrativa # 20, Ediciones Eón, México, 2010, 325 pp.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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