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15.Dic.09
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De música
en Tulancingo cultural
con
Arturo Luna
EL “ESPINOSO” TEMA DE LOS SOLOS DE BAJO EN EL JAZZ
Como bajistas de jazz (sobre todo
como estudiantes) nos sentimos un tanto incomprendidos, nuestra
función es ofrecer una sólida base sobre la cual se construye todo,
debemos brindar un excelente soporte rítmico/armónico.
Definitivamente el hecho de hacer un solo requiere de una gran
responsabilidad y respeto, no es para lucir toda la técnica que
podamos tener, ni hacer gala de la velocidad, estos aspectos sólo
son un recurso, no se trata de intimidar al enemigo, en ningún
momento se trata de una competencia, se trata de hacer música, “¿Quién
le gana a quien?” es un argumento ignorante y tonto, en un solo
debemos “contar una historia”, mencionar el tema del que
estamos “hablando” porque improvisar es como interactuar dentro de
una conversación, dejar que los demás se expresen y expongan sus
puntos de vista, cuando tocamos dentro de una agrupación sucede lo
mismo, debemos tener respeto por los motivos
rítmico-melódico-armónicos que expone el solista y “conversar con
él”. En ocasiones estamos tocando pero no tenemos el cuidado de
escuchar al solista, no ponemos atención en “lo que está diciendo”
es el momento en que debemos preguntarnos ¿a quién acompaño?, es
necesario tener respeto y escuchar para poder interactuar con el
solista y de esta forma crear puntos relajación-tensión (como
en una conversación) de esta manera será más fácil “contar la
historia”. |
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Los solos en el jazz son una
variación instantánea de la melodía que estamos trabajando, en una
entrevista al trompetista Louis Armstrong dijo, “Si en los años 20
ó 30 me hubieran pedido hacer
un solo, no habría sabido qué
hacer, lo que sí
sabíamos en esos años era dar variaciones a los temas”, tratemos que
nuestra línea melódica “se defienda por sí
sola” es decir, que con acompañamiento o sin él, contenga los
elementos necesarios, buen fraseo, buen contorno
melódico-rítmico-armónico, desplazamientos rítmicos, etc, para que
el oyente se mantenga interesado en nuestro solo. |
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Los solos de bajo suelen ser un
reto visto desde los dos aspectos, como solista y como acompañante,
cuando se trata de ser nosotros (bajistas) el centro de atención, es
decir hacer un solo, viene el espinoso tema, a menudo nos
dicen despectivamente “los toca tónicas” y es verdad, esa es nuestra
función, pero al hacer un solo nuestra sección rítmica desearía
escuchar esas tónicas, no necesariamente debemos tocar esas notas,
ahora hemos cambiado de función, somos la parte melódica, tenemos
más libertad, podemos incluir notas como la tónica, notas de las
escala correspondiente, notas del arpegio, extensiones del acorde,
notas destino, notas de paso, notas de embellecimiento melódico,
densidad rítmica, en fin un mundo de posibilidades melódicas y
rítmicas, pero sin perder de vista los momentos relajación-tensión.
A menudo el solo de bajo se convierte en un solo literalmente
hablando y muchas veces en un caos, porque como bajistas no tenemos
claro el tema (debemos aprendernos la línea melódica del tema que
estamos tocando) no tenemos clara la progresión armónica, no tenemos
un buen control del tempo, no es claro nuestro fraseo y por lo tanto
no hay claridad de ideas, sin embargo estamos sonriendo, claro con
la gota de sudor en la frente, nuestra sección rítmica que nos
acompaña finge disfrutar de nuestro solo, platicar o simplemente
esperar a que el bajista pida desesperadamente piedad. Como
acompañante se debe tener conciencia que hacer el “comping” para el
bajo es un arte, los “voicing” serán diferentes como normalmente
suelen suceder al acompañar un instrumento melódico como el sax o
trompeta (si bien el bajo también lo es) el ritmo armónico es a
menudo más lento, una tónica o conducción de acordes en el bajo
viene bien, tomar en cuenta el registro o tesitura en el que está
trabajando el solista para decidir si el “voicing” puede ser más
abierto o cerrado, en fin, hay muchos obstáculos que únicamente
escuchando los discos y tocando podremos solucionar. |
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Podemos encontrar un sinnúmero
de posibilidades de técnicas de improvisación así como libros
especializados en improvisación de jazz, a continuación expongo
algunos ejercicios que pueden ayudarnos a empezar a hacer solos
sencillos, pero concretos, insisto, “contemos una historia” y
dejemos que los demás también “expresen sus ideas”. |
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Hal Crook en su libro How To
Improvise hace referencia entre muchas cosas al concepto “play
and rest”, hacer frases de dos compases y no tocar durante los dos
siguientes, tocar tres compases y no tocar uno, de este principio de
derivan diferentes combinaciones con la finalidad de establecer un
frase sólida que también permita la interacción con nuestro
acompañante.
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Ejercicio 1:
Basado en Play And Rest Tocando 2
compases y descansando 2 compases.

Ejercicio 2:
Tocando 3 compases y descansando 1
compás.

Ejercicio 3:
Tocando 1 compás descansando 1
compás y tocando 2 compases.


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