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				La 
				histórica violencia a nuestros pueblos originarios 
				Adaptación lírica 
				1a Parte 
				Alfonso Freire     
				Basado en textos de Fray Bartolomé 
				de las Casas 
				Fray Diego de Landa 
				Fray Bernardino de Sahún 
				  
				
				Del libro La 
				violencia en México 
				Orlando Ortíz 
				
				  
				
				  
				Nómina de mapuches asesinados y desaparecidos 
				Por la dictadura militar chilena 
				
				2009     A los pueblos 
				originarios de América Latina, que resisten y avanzan. 
				
				__________________   “... y que 
				los exquisitos estéticos, que los hay todavía, se lleven una 
				indigestión: estos alimentos son explosivos y vinagres para el 
				consumo de algunos y buenos tal vez  para la salud popular”     
				                                                          
				Pablo Neruda   
				
				“Incitación al Nixonicidio y 
				alabanza  
				
				   a la Revolución chilena” 
				
				 
				
				__________________     Después de 
				que el escritor mexicano Orlando Ortiz me hiciera 
				obsequio de algunas de sus obras sobre la violencia en su país y 
				el conocimiento que sobre la materia tenía de otras realidades, 
				me invitó a la reflexión documentada, si, porque en cada mundo 
				de sus libros estaba la historia y la vida de nuestro pasado. En especial 
				fue su libro “La violencia en México” que me hizo 
				adentrarme en una parte de la historia que no conocía, mejor 
				dicho, que siempre  escondieron los historiadores por encargo, 
				que no hacían otra cosa que darnos a conocer elementos 
				históricos que nos llevasen a justificar “heroicas” acciones de 
				tantos cobardes y genocidas que hoy siguen proyectados en 
				oscuros personajes de esta época, no vamos a nombrar a nadie, 
				pero si puede extienda su memoria histórica más allá de sus 
				narices y me irá entendiendo mejor. Después de 
				haber tenido que asistir a innumerables “recordaciones” 
				históricas sobre nuestros pueblos originarios, es que he creído 
				conveniente, previa autorización del autor, intentar una 
				aproximación lírica de algunos de los relatos seleccionados por 
				este autor, que no son otra cosa que dar a conocer documentos 
				auténticos, escritos por incuestionables actores de los mismos, 
				que han cumplido la tan necesaria tarea de registrar los 
				sucesos. Espero  que 
				los cronistas de entonces, la selección de Orlando Ortiz y la 
				intención de acercar en otra forma literaria, esto tan 
				importante que es la historia de nosotros, pueda servir para 
				entender de mejor forma las hojas de la historia que fueron 
				arrancadas de nuestra formación – información.   
				
				Alfonso Freire 
				
				Valdivia, Chile, 2008 
				
				__________________       “....cuando 
				inicié la investigación de este tema de la violencia tenía 
				apenas idea de lo problemático que iba a ser en tanto a la 
				abundancia de hechos violentos y de violencia a lo largo de la 
				historia de México...   “Me animé a 
				realizar la antología considerando su carácter divulgativo, de 
				informar a los que quieran saber cómo ha estado la onda de la 
				violencia en México, por lo tanto no es una obra para 
				intelectuales, eruditos y especies raras que buscan el aparato 
				técnico antes que otra cosa. 
				
				Aclarado lo anterior, se impone 
				hablar un poco sobre lo que es o puede ser o ha sido la 
				violencia. Entiéndase que hablo sobre la violencia en general, 
				como concepto, del que es y no de la violencia específicamente 
				en nuestro territorio. Por lo tanto, y considerando 
				circunstancias, esto no pasará de ser una intentona de delimitar 
				el tema.   “Siendo menos 
				especulativos, encontramos que la violencia observada y 
				estudiada por científicos, biólogos, siquiatras, fisiólogos, 
				antropólogos, etc., nos muestra al hombre como un ser 
				destructivo esencialmente, en el que “la tendencia a la agresión 
				es una proporción innata, independiente, instintiva...” (Freud). 
				
				“Muchos respingarán  arguyendo que 
				Freud ya pasó de moda, que ahora el ídolo es Fromm, o qué sé yo.
				 
				
				“El caso es que la violencia no 
				responde a modas, sino a una realidad, y según parece a una 
				realidad específica que en su desarrollo apareja el incremento 
				superlativo y potenciado de la multicitada violencia.”   Lewis 
				Richardson en su Statistics of Deadly Quarrels 
				(citado por Derek Freeman en su ponencia “La agresión humana 
				en perspectiva antropológica”, en Historia natural de la 
				Agresión), calcula que de 1620 a 1945, una cantidad de 59 
				millones de gentes murieron en guerras, revueltas, etc. Dicho en 
				esta forma la apreciación de tal magnitud tiende a perderse, 
				debido a que la cifra es algo sumamente abstracta, luego 
				entonces, para que se aprecie mejor, digamos que tú empiezas a 
				matar una  persona cada minuto, es decir 60 personas cada hora, 
				esto daría 1440 víctimas el primer día de matazón. Sin descansar 
				un solo minuto ni de día ni de noche, ¿sabes cuánto tardarías en 
				matar 59 millones de seres humanos? Aproximadamente 113 años.”   
				
				Orlando Ortiz 
				
				Ciudad de México, México. 
				
				__________________       
				Matanza de indios en Choluca por Hernán Cortés     En el año 
				1517 se descubrió la Nueva España.   En el 1518 la 
				fueron a robar y a matar los que se 
				llamaban cristianos y desde este 
				año del 18 hasta el día de hoy año de 1542 ha rebosado y 
				llegado a su colmo la iniquidad 
				                                                           la 
				injusticia             
				                                                  la violencia 
				                                                                       
				y tiranía que los 
				cristianos han hecho de las Indias.     Doce años 
				enteros duraron las matanzas y estragos que 
				sangrientas y crueles manos y espadas de 
				españoles hicieron. Estas tierras 
				eran más pobladas que Toledo, 
				Sevilla y Valladolid y Zaragoza 
				juntamente con Barcelona.     No podrá 
				bastar lengua ni noticia e industria 
				humana para referir 
				los hechos espantables.     En verdad no 
				se puede explicar.   Pero alguna 
				cosa diré. Entre otras 
				matanzas hicieron esta en una ciudad 
				de más de treinta mil vecinos que se llama 
				Cholula.         Acordaron los 
				españoles de hacer allí una matanza o castigo 
				(como ellos dicen) para poner su 
				braveza en todos los rincones hacer una 
				cruel y señalada matanza porque 
				tiemblen de ellos aquellas 
				ovejas mansas.     Llamaron a 
				todos los señores y nobles de la ciudad y de todos  
				los lugares a ella sujetos con el señor 
				principal y así como 
				venían y entraban a 
				hablar al capitán de los españoles luego eran 
				presos sin que nadie lo sintiese.     Habíanles 
				pedido cinco o seis mil indios que las 
				cargas llevasen ver estos 
				indios es haber de 
				ellos una gran compasión porque vienen 
				desnudos solamente 
				cubiertas sus vergüenzas.     Todos 
				ayuntados y juntos en el patio con otras gentes pónense a las 
				puertas del patio españoles 
				armados y los demás 
				echan mano a sus espadas y a espadas y 
				lanzadas meten a todas aquellas ovejas que uno ni 
				ninguno pudo escaparse que no fuese trucidado.          Al cabo de 
				dos o tres días salían muchos indios vivos llenos de 
				sangre ya que se 
				habían escondido debajo de los muertos (como eran 
				tantos)          
				Fray Bartolomé de Las Casas 
				
				“Brevísima  relación de la 
				destrucción de las Indias” 
				
				Buenos Aires, EUDEBA, 1966.         Fray 
				Bartolomé de Las Casas (1474-1566)   Fray 
				dominico, nació  en Sevilla y murió en Madrid. 
				
				Obispo de Chiapas durante la 
				colonia. Su experiencia  con los naturales de América lo mueven 
				a interceder a favor de ellos ante Fernando el Católico. 
				
				Casi toda su obra fue escrita para 
				explicar el carácter de las sociedades indígenas, o para atacar  
				los desmanes cometidos por los conquistadores. 
				
				Su personalidad se ha prestado a 
				la polémica y Ramón Menéndez Pidal llega a decir que Las Casas 
				“ni era santo, ni era impostor, ni malévolo, ni loco, era 
				sencillamente un paranoico...”   
				                                               
				  
				Textos 
				fundamentales: Apologética historia sumaria, 
				UNAM, 1967, y 
				la Brevísima relación de la destrucción de las Indias, 
				Buenos Aires, 
				EUDEBA, 1966.       |