|
EL CAMPO MEXICANO
Por Gloria Valencia Vargas
“¡Ay dolor ya me volviste a dar!”
el dolor al contemplar el campo mexicano, que con el paso del tiempo va de mal
en peor.
En las últimas
tres décadas podemos decir que las tierras que han alimentado a generaciones,
hoy se han convertido en terrenos estériles, erosionados, otros han desaparecido
bajo el avance de la mancha urbana.
El panorama se
presenta desolador, el mal manejo de la economía, la falta de verdaderos apoyos
gubernamentales al campo, programas asistencialistas, la importación de
alimentos del extranjero, la inseguridad, el intermediarismo, la
desertificación; han provocado que muchos campesinos emigren a Estados Unidos y
abandonen sus parcelas y muchos se desplacen a las zonas urbanas, los jóvenes
prefieren otro trabajo y pocos son los que cultivan la tierra. Ya los ranchos y
haciendas son cosa del pasado.
El hermoso Valle
de Tulancingo, que tuvo fama por tener unas de las tierras más fértiles de la
República, hoy ya no las tiene ni en la memoria de sus habitantes.
”La jurisdicción
de Tulancingo, compuesta de 57 pueblos y 44 haciendas y 28 ranchos principales,
divide su gobierno en seis tenientazgos como son el de Tutotepec, Tenanco,
Acaxochitlan, Atotonilco el Grande, Guazca y Xinguilucan, siendo el terreno que
abrazan fertilísimo y agradable, verificándose que se cogen en catorce meses
cosechas de trigo, de maíz y de cebada además de mucha papa, frijol, arvejón,
lenteja, habas y buena fruta…” PADRON 1792, AGN
Como podemos
apreciar el panorama que actualmente tenemos del campo no fue siempre así, en el
siglo XIX el sector de los agricultores fue muy respetado:
“Lo más selecto
de la población mexicana sobre todo en cuanto a salud y originalidad, se
encuentra entre los agricultores. Sería impropio decir entre los campesinos,
porque esta clase no tiene aquí las mismas características que en Europa. En
rigor, la clase de agricultores y ganaderos de México, como representativa de la
gente del campo es mucho más independiente. Es muy cierto que ganan el sustento
diario con el sudor de su frente, pero también es verdad que manifiestan desdén
por la vida de la ciudad, por los burócratas, y dependientes, por los
emborronadores de cuartillas como los llaman ellos. El agricultor considera que
su ocupación es la más noble; de ella se siente orgulloso, y le produce íntimo
regocijo el hecho de que sus hijos no escojan ninguna otra profesión. No le
interesa la minería… de allí el proverbio de labrador a minero, gran majadero; o
de minero a labrador, gran señor” México hacia 1850.
Durante siglos el
sector campesino en México ha sido golpeado y marginado, hoy es considerado como
un estorbo que entorpece las políticas del modelo rural neoliberal, se han
entregado grandes extensiones del territorio a las corporaciones transnacionales
que han provocado el despojo de sus tierras, la devastación de los territorios
sin importarles para nada el medio ambiente, el impacto social, empobreciendo y
destruyendo. Muchos jornaleros rurales son explotados, trabajan en condiciones
lamentables.
Las reformas al campo que el gobierno intenta implementar en este
sexenio no favorece a los campesinos, ni a la autosuficiencia alimentaria.
Sus comentarios serán bien recibidos y tomados en cuenta si los envía a:
lolvalart@hotmail.com.
|
|