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EL PETRÓLEO EN EL
PASADO
Por Gloria Valencia Vargas
Eran épocas de bonanza y prosperidad, eran los años 50 y 60 del siglo XX cuando
trabajar en Petróleos Mexicanos representaba ser acreditado y trabajador de
prestigio, bien pagado, eran tiempos en los que comprar una plaza en PEMEX
significaba toda una hazaña y se cotizaba a un buen precio, en donde al frente
estaban los líderes sindicales ladrones que amasaron cuantiosas fortunas y con
las que vivían como jeques árabes y verdaderos príncipes, de gobiernos traidores
vende patrias que se dedicaron a saquear y desmantelar la floreciente industria
del petróleo:
“México ha sido el país que históricamente ha entregado sus recursos naturales a
gobiernos y compañías extranjeras. De los 496 años que van de la caída de
Tenochtitlan hasta el día de hoy, sólo durante 76 años México había gozado de
una libertad relativa para disponer de sus propios recursos; me refiero a los 76
años del periodo que va desde la nacionalización de la industria petrolera el 18
de marzo de 1938. Hasta la aprobación de la reforma energética en 2014.
La
historia de México está marcada por el dominio. Durante la colonia hubo una
extracción de 300 años de nuestros recursos mineros. Durante el México
independiente nos quitaron la mitad del territorio, el cual contenía vastos
yacimientos de metales preciosos en California e hidrocarburos en Texas. El
México del porfiriato y de los primeros gobiernos posrevolucionarios fué un
México de creciente despojo de petróleo y gas natural por parte de empresas
extranjeras con la respectiva injerencia de sus gobiernos.” Sergio Saldaña
Zorrilla.
Para los tulancinguenses sobrevivientes de esa época de los años de 1950 a 1980
todavía quedan los recuerdos y las imágenes de los complejos petroleros cercanos
de Poza Rica, Veracruz, y un poco más lejos, los de Ciudad Madero en Tamaulipas,
y que formaron parte del paisaje. En las salidas y entradas de las ciudades y
grandes pueblos se encontraban las gasolineras de Pemex con el emblema del
charrito y eran parada obligada para llenar el tanque de gasolina. El ambiente
petrolero se percibía desde la estación de Catalina en la Sierra Norte, bajando
por la antigua carretera de México-Tuxpan se observaban a lo lejos los famosos
quemadores de gas, y los grandes tanques de gasolina y los ductos de PEMEX,
hasta encontrarse con Poza Rica, fue toda una época en que esta región se
consideraba una de las más prominentes del Golfo. Cuando llegabas a tu destino
final, la playa el petróleo nos acompañaba, no importaba si al bañarte te
manchabas de chapopote o si las conchitas también tenían plastas negras. Pero
este escenario se acabó en los años 80 y 90.
“El contraste lo da la región de Poza Rica, que también vivió los efectos, de
una trasformación inducida por planes de gobierno, esta vez con el petróleo como
objetivo y con resultados más tangibles. La porción norte de la Costa alberga
los yacimientos petroleros más antiguos del país, algunos agotados tiempo atrás.
Poza Rica, una ciudad sin gracia surgió a mediados del presente siglo, del
rápido y desordenado proceso de inmigración asociado con el oro negro. Pero lo
más interesante que ha ocurrido en esta parte del país es que las estructuras
regionales tejidas alrededor de la explotación petrolera han absorbido y
desplazado hasta hace poco tiempo.” BERNARDO GARCÍA MARTÍNEZ.
No podemos decir que con la explotación del petróleo todo ha sido bienestar y
riqueza para la humanidad, mientras que se considera como una poderosa fuente de
energía, sus efectos secundarios han provocado graves daños al planeta, asedio y
despojo de las potencias a los países productores. En el presente siglo, Estados
Unidos ha invadido a países como Irak, Siria, Libia, con el objeto de adueñarse
del petróleo pese a que sus reservas están saturadas, Rusia, Arabia Saudita y la
pandemia del covid-19 han provocado la caída de los precios del petróleo, lo
cual afecta a los países productores como México. Así que el desafío es mirar
hacia otras energías limpias.
Hasta la próxima.
Sus comentarios serán bien recibidos y
tomados en cuenta si los envía a:
lolvalart@hotmail.com.
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