En
estos momentos de pandemia del covid-19, parece que hablar de fruta está fuera
de contexto, pero revisando el pasado recordamos las indicaciones de los médicos
sobre comer frutas y beber sus jugos para ayudar a prevenir las enfermedades
respiratorias y a fortalecer el sistema inmunológico.
Sin
ser expertos en nutrición, nos basamos en las recomendaciones de nuestra
compañera y colaboradora de Ruta, la Licenciada en Nutrición Verónica Calleja
Cruz:
“Actualmente estamos viviendo un problema de salud para el que no estamos
preparados y una de las sugerencias para combatirlo es tener una adecuada
alimentación lo cual se reflejará en un estado óptimo de salud y especialmente
en el sistema inmunológico.
“La
vitamina C, también conocida como vitamina antiescorbútica o ácido ascórbico, es
una vitamina hidrosoluble imprescindible para el desarrollo y crecimiento.
También ayuda a la reparación de tejidos de cualquier parte del cuerpo, formando
colágeno, en el caso de las heridas, o subsanando el deterioro de los huesos o
dientes. … Los cítricos son una fuente mayoritaria de vitamina C.
“Se
ha comprobado que los cítricos tienen una función antistamínica como la toronja,
la naranja, limón, mandarina y lima… los alimentos con alto contenido de azufre
como el ajo y la cebolla ayudan también a disminuir la intensidad de los
resfriados…”
Si
bien las frutas tienen un valor alimenticio incalculable, económico y
culturalmente también. En el arte, la música, la escultura y la pintura, los
vitrales, la arquitectura y el Art Nouveau la fruta ha sido un motivo que
representar.
En
los tianguis y mercados de México, se vende todo el año fruta de temporada y
está llena de colorido en estos lugares. En los mercados de Tulancingo no pueden
faltar una gran variedad de éstas.
“En
el Valle de Tulancingo… los frutales son de muchas clases y sin salir de la
prefectura se encuentran granadas, higos, nueces de ambas clases, aguacates
duraznos, tunas, ciruelas, zapotes blancos y negros, membrillos, naranjas agria
y dulce, limones, moras, capulines, peras, piñas manzanas, uvas tejocotes,
limas, chabacanos, plátanos largos, mameyes, pahuas, guayabas y otras frutas
silvestres que cultivadas aumentarían los placeres del hombre y el producto de
su industria.” FRANCISCO ORTEGA, Tulancingo, 1825.
-No
tengo dinero para comprar fruta, está muy cara; la doctora me dijo que no debía
consumir fruta porque tiene mucha azúcar y soy diabética; me hacen mal… yo,
luego luego, me compro mis tabletas efervescentes de vitamina C…-
Es
un absurdo que a pesar de la abundancia de estos frutos gran parte de la
población mexicana no consume fruta, muchos niños y adultos se ven afectados de
las vías respiratorias y otros males; prefieren comprar productos procesados de
nulo valor nutrimental aunque sean más caros como: refrescos, frituras y comida
chatarra, pero más ilógico es que algunos médicos prohíban el consumo de frutas,
lo que está provocado que México tenga los primeros lugares de obesidad,
diabetes, hipertensión y males renales. Para ¡colmo! al inicio de la pandemia
las farmacias reportaron escasez de suplementos vitamínicos, sobre todo de
tabletas de vitamina C y ampolletas de vitaminas A y D.
La
Lic. en Nutrición Norma Liliana Lozano refiere que hay otras frutas que aportan
Vitamina C: “como son los duraznos, la piña, el kiwi, el melón, papaya, sandía,
guayabas, fresas, frambuesas, arándanos, mango, la tuna y el xoconostle en
pequeña proporción.” Así que no hay pretexto para no consumir vitamina C
natural.
Algunos mexicanos que han visitado Europa refieren lo siguiente: en Italia una
manzana me costó dos euros, en Francia una naranja la compré en un euro; cómo
extrañaba a mi México cuando fui a Rusia, estaba muy cara y escasa la fruta.
Y aquí en nuestra patria no valoramos lo que tenemos, y comemos lo que no
debemos, pero más caro.
Hasta la próxima.
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