LOS FESTEJOS GUADALUPANOS
Por
Gloria Valencia Vargas
Nuevamente el fervor religioso se pone en manifiesto este 12 de diciembre 2019,
casi 10 millones de católicos visitan la Basílica de Guadalupe, en muchos
lugares de la República Mexicana y en el extranjero se realizan peregrinaciones
y festejos a la Virgen Guadalupana.
Estas
celebraciones tienen sus antecedentes en el culto prehispánico a la diosa
Tonantzin que se efectuaba en el lugar en el que hoy está asentado el santuario,
en donde hoy se venera a la Virgen de Guadalupe; el Cerro del Tepeyac en la
ciudad de México. Posteriormente, en 1531, la Iglesia católica anuncia las
apariciones de la virgen morena a Juan Diego y cuya imagen quedo milagrosamente
plasmada en su ayate. Aquí presentamos algunas reseñas de distintas fechas y
lugares en los que se realizaban estos festejos:
“Cerca
de los montes hay tres o cuatro lugares donde se solían hacer muy solemnes
sacrificios y que venían a ellos de muy lejanas tierras. El uno de estos es aquí
en México donde está un montecillo que se llama Tepeácac, y los españoles llaman
Tepeaquilla, y ahora se llama Ntra. Señora de Guadalupe; en este lugar tenían un
templo dedicado a la madre de los dioses que llamaban Tonantzin que quiere decir
Nuestra Madre; allí hacían muchos sacrificios a honra de esta diosa, y venían a
ellos de muy lejanas tierras de más de 20 leguas de todas las comarcas de
México, y traían muchas ofrendas; venían hombres y mujeres, mozos y mozas a
estas fiestas; era grande el concurso de gente en estos días y todos decían
vamos a la fiesta de Tonantzin; Y ahora que está allí la Iglesia de Ntra. Señora
de Guadalupe, también la llaman Tonantzin…” HISTORIA GENERAL DE LAS COSAS DE LA
NUEVA ESPAÑA, Fr. Bernardino de Sahagún, (1499- 1590).
Siglos
después, en el siglo XIX, Madame Calderón de la Barca relata cómo se vivía esta
celebración en 1840 en Michoacán:
“Después de despedirnos de nuestros hospitalarios amigos de Morelia, salimos por
la tarde disfrutando de un delicioso paseo a caballo hasta san Bartolo. Por
fortuna, al día siguiente (domingo) era el día de la Virgen de Guadalupe una de
las mayores festividades que se celebran aquí, así que tuvimos la oportunidad de
ver a toda la gente de los diferentes pueblos que llegaban al patio al romper el
día, y que pusieron su mercado enfrente a la hacienda. Era mucha la diversidad
de mercaderías que vendían, y muy pintoresca la indumentaria de los vendedores.
De todo había desde los pastelillos, chiles, atole, nueces molidas hasta los
rebozos y los rosarios de cuentas. En cierto lugar del mercado unos fornidos
rancheros bebían pulque y devoraban bocadillos, compraban en otro nueces y
plátanos los muchachos después de muchos regateos; mujeres del campo ofrecían a
precios cómodos rebozos negros muy bonitos…”
En
Tulancingo, no podrían faltar los festejos a la Virgen Morena y existen
actualmente dos sitos llamados La Villita en donde se venera a la Guadalupana y
que año tras año recibe una gran afluencia de visitantes, éstas son la iglesia
de La Villita de la calle Juárez y la otra La Villita de San José.
“La
Villita situada en Av. Juárez por la salida a Tuxpan; en esta pequeña iglesia de
pobre arquitectura poco se admirará si se ignora que fue obra del herrero don
Cesáreo Cortéz, hombre de una fe y voluntad inflexibles; principia su obra con
un humilde oratorio de madera dedicado a la Virgen de Guadalupe; pidió permiso
para edificar la iglesia por su cuenta y se lo conceden… Llegó la época de la
revolucionaria de 1815 y habiendo sido quemados los archivos quedaron muchos
testimonios perdidos para siempre. Hoy, entre las cenizas del olvido surgen
estos cortos datos que rememoran hechos pasados…” ROBERTO OCADIZ, 1940.
Nuevamente este 12 de diciembre se ha celebrado un año más de ésta que es una de
las festividades más importantes del mundo católico.
Hasta la próxima.
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