LA LAGUNA DE ZUPITLÁN EN
PELIGRO
Por
Gloria Valencia Vargas
El 2 de febrero se celebra el Día
Mundial de los Humedales, como recordatorio de la firma del Convenio
Internacional sobre Zonas Húmedas de la ciudad iraní de Ramsar 1971, que dio
lugar a la lista de humedales de importancia internacional.
En la actualidad existe un recurso
de la naturaleza fundamental para el equilibrio ecológico del planeta, el cual
representa un ecosistema y un importante habitad para la diversidad de animales
y plantas.
Este entorno del medio ambiente, se
llama humedal o humedales, el cual, constituyen una fuente vital de recursos y
servicios ambientales para la supervivencia humana. En las zonas costeras los
humedales forman una gran barrera vegetal que alberga un gran número de especies
animales, resguarda los litorales de la embestida de los huracanes y protege los
suelos de la terrible erosión.
Los humedales son sitios de gran
belleza que al ser visitados y ser recorridos en lancha entre la penumbra de la
vegetación característica de este ecosistema constituye un momento de emoción al
observar a la fauna del lugar, las tortugas, cangrejos rojos, los lagartos.
En el valle de Tulancingo se
encuentra una de las riquezas naturales más importantes, un espejo de agua: la
Laguna de Zupitlán y así se describe en el libro TULANCINGO Esbozo Histórico,
escrito en 1939, por José L. Cossío y Soto:
“Esta laguna es artificial, pues se
construyeron bordos de tierra para represar las aguas de unos potentes
manantiales y para distribuirlas. Con ellas se riegan las haciendas de Totoapa
el Grande, Totoapa el Chico, Santa Rosa y Zupitlán.
“Después, al dividirse la hacienda
de Totoapa el Chico, se hizo un reparto de aguas entra las diversas fracciones.
En caso de que se destruyan los bordos de la laguna, la hacienda de Zupitlán
está obligada a reponerlos…”
Otro estudio sobre la laguna hecho
por Timoteo Camargo Cruz titulado INVENTARIO DE AGUAS SUPERFICIALES DEL
ESTADO DE HIDALGO y publicado por la Universidad Autónoma del Estado de
Hidalgo, en el año 2000, refiere a este cuerpo de agua de la siguiente manera:
LAGUNA DE SUPITLÁN
“… se localiza entre el poblado de
Los Migueles y la hacienda de Supitlán. Municipio de Acatlán… Se encuentra
ubicada en porción central del valle de Tulancingo, que se caracteriza por su
relieve ondulado con una ligera pendiente en dirección hacia el norte.
“La laguna de Supitlán es un
almacenamiento natural que tiene una capacidad de 2.08 millones de metros
cúbicos. El agua es aprovechada para la irrigación de tierras agrícolas en una
superficie de 1,250 ha, beneficiándose ejidatarios y pequeños propietarios de
Acatlán y Tulancingo.”
En esta laguna se encuentran a las
orillas y en pequeños islotes uno de los más importantes humedales de esta
región formada por el tule y que albergan especies animales: patos que anidan en
el lugar, así como tortugas y peces, se puede apreciar el vuelo de las garzas
por las tardes y las mañanas, lo que representa un bello espectáculo.
Por alguna extraña razón, estos
humedales sufren por la destrucción paulatina, cada año la población aledaña
destruye el tule, lo arrancan y lo queman, con esto acaban con habitad de la
biodiversidad y contaminan el agua, por la falta de este valioso recurso
vegetal.
Entre las bondades del tule están:
la de preservar la laguna de la erosión, retiene el agua, absorbe el CO2. No
solamente la quema del tule representa una amenaza y un peligro para este cuerpo
de agua, también la deforestación de las zonas boscosas en los cerros y montañas
de la Sierra de las Navajas que está causando la disminución en el caudal de
agua, debido a la escasez de lluvia y a la poca retención del recurso hídrico.
La laguna de Zupitlán y sus
humedales forman parte de nuestro rico patrimonio natural, tiene que ser
preservada para las jóvenes y futuras generaciones.
Hasta la próxima.
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