RELATOS E HISTORIAS DE LA PANDEMIA
Por Gloria Valencia Vargas
A
través del tiempo la humanidad ha enfrentado las pandemias y durante estas
épocas se registraron muchas historias de la manera en que numerosas personas
enfrentaron la contingencia. Podemos remontarnos a los primeros años de la
colonia y conocer cómo una epidemia acabó con la vida de varias monjas entre
ellas la célebre Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana en el Convento de
San Jerónimo de la ciudad de México. El 17 de abril de 1695 muere la poetisa y
escritora Sor Juana Inés de la Cruz:
“Una fue como aun sin el deseo, lo puede esperar, la razón piadosa, la de la
madre Juana Inés que como la Esposa de los Cantares, en la cercanía de otras
flores enfermo de caritativa.
Entró en el convento una epidemia tan pestilencial que de diez religiosas que
enfermasen, apenas convalecía una. Era muy contagiosa la enfermedad; La Madre
Juana, de natural de muy compasiva y caritativa de celo con que asistía a todas
sin fatigarse de la continuidad y recelarse de la cercanía. Decirla, entonces,
(como todos se lo aconsejaban) que siquiera no se acercase a las muy dolientes,
era vestirla alas de abeja para hacerla huir de las flores. Enfermó, al fin; y
al punto que se reconoció su peligro, se llenó convento y ciudad de plegarias y
víctimas por su salud; solo ella estaba conforme con la esperanza de su muerte,
que todos temían… El rigor de la enfermedad, que bastó para quitarle la vida, no
la pudo causar la turbación más leve en el entendimiento…” A las cuatro de la
mañana, en diecisiete de abril, Dominica del Buen Pastor año de 1695. DIEGO DE
CALLEJA.
Tres siglos después de la muerte de Sor Juana otra pandemia causó espanto y
alarma entre los habitantes de todo el mundo, se trató de la influenza española
que terminó con la vida de un número indeterminado de personas, se dice que seis
millones de personas murieron a causa de esta enfermedad, misma que azotó a la
región de Tulancingo.
Hace 10 años tuve la oportunidad de revisar los libros de defunciones de los
años de 1918- 1919. En estos cada día se registraban diez o más muertes. Así
como hoy hay eminentes médicos al frente luchando por la vida de los enfermos,
en aquellos años la firma de un distinguido médico, el Dr. Ernesto Chanes,
aparece en las actas de defunción, mi madre y mis tíos lo describían como un
excelente médico y muy generoso. Hubo muchas historias en torno a esta pandemia
en toda la república.
“En el año de 1918 un periódico local semanario llamado el ORION, editado por
don Enrique Ballesteros (propietario de la Farmacia Central, que se ubicaba en
la esquina de las calles de Juárez e Hidalgo), publicó la noticia de que en ese
año la ciudad fué azotada por la peste de la INFLUENZA ESPAÑOLA que diezmó
importantemente a la población y que fueron tantos los muertos que eran llevados
en carretas usadas para la basura y depositados fuera del panteón para ser
incinerados, porque la capacidad del terreno fué rebasado… Otras personas
contaban que salían gritos de entre las llamas y no sería extraño que algunos
enfermos que hubieran perdido el sentido hayan sido considerados como difuntos…
realidades o leyendas… solo DIOS.” COMANDANTE ÁNGEL GARCÍA GÓMEZ.
En
esa misma época mi abuelo don Gorgonio Valencia García oriundo de Cocula Jalisco
y radicado en San Luis Potosí, relataba cómo tuvo que sacar de la casa el
cadáver de su hermana y esconderlo para que no fuera a parar a la fosa común o
ser incinerado, así es que se lo llevó a las afueras de la ciudad para darle una
digna sepultura.
En este año de 2020 hay muchas historias que contar sobre la pandemia del COVID-19
que estamos viviendo ¿cuál es la de usted amable lector? ¿la está registrando en
un diario? que importante será para que las futuras generaciones se enteren.
Hasta la próxima.
Sus comentarios serán bien recibidos y
tomados en cuenta si los envía a:
lolvalart@hotmail.com.
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