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Se presentó el libro Felipe Ángeles. Crónica de Seis Generaciones,
una investigación de Estela Guerra Garnica, el pasado 26 de noviembre
2019, en Pachuca.
Estela Guerra Garnica
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3.Dic.2019
FELIPE ÁNGELES. CRÓNICA DE SEIS GENERACIONES de
ESTELA GUERRA GARNICA
(...)
Como se ha mencionado, hoy, 26 de noviembre, se cumplen
cien años de la muerte del general Felipe Ángeles. Él mismo dio
la orden de disparar al pelotón que lo fusilaba, tras recibir su
sentencia de muerte en un amañado juicio.
Hoy, al conmemorar su aniversario luctuoso, los miembros de su
familia aquí presentes y una servidora, Estela Guerra Garnica,
honramos su memoria agradeciendo y rescatando el legado que él
heredó a México como el hombre
Esta investigación obedece a algunas preguntas que me formulé
hace varios años:
¿Qué fue de los descendientes de los protagonistas de la
revolución mexicana? ¿Qué queda en sus familiares del ideario
político de quienes se vieron envueltos en ese torbellino
político- militar y que incluso, ofrendaron su vida por lograr
una sociedad más justa? ¿Qué fue de los que no provenían de
familias poderosas o que no heredaron riqueza, tierras y
negocios derivados de la lucha armada?
Pero, sobre todo, ¿cómo se está en el mundo a sabiendas de que
se pertenece a una estirpe de luchadores que vivieron con valor
las exigencias de su tiempo histórico?
Mi primer acercamiento con descendientes de revolucionarios fue
con una nieta del coronel Emiliano Triana Gómez, militar nacido
en Zacatecas en 1873 y que llegó a la zona de Tacuba cuando el
ejército villista entró a la ciudad de México. Tanto él como su
primo hermano, el general Martín Triana, fueron cercanos a
Pánfilo Nateras y a Felipe Ángeles. El producto de esta
investigación iniciada en 2012 aparece en el libro: Rostros de
Azcapotzalco. Crónicas que ahora les muestro.
Por esas fechas cuando me enteré de que el padre del mejor amigo
de mi hijo era descendiente del general Felipe Ángeles. Desde
luego, quise conocerlo, pero no me fue posible porque para
entonces, el Ingeniero Héctor Alfredo Calderón Ángeles no
consideró importante mi proyecto, pues pensaba que no tenía
mucho que aportar, que los personajes históricos eran sus
antepasados.
Fue a finales de 2017 que se acercó conmigo para decirme que
había cambiado de idea y así fue como iniciamos una serie de
entrevistas que dieron origen a este libro.
Originalmente, creí que bastaría con su semblanza como sobrino
bisnieto de Felipe Ángeles, pero al revisar el basto material
que sobre el general se ha escrito, me di cuenta de que su
legado debería ser herencia de todos los nacidos en este país.
Quizá así habríamos evitado que México, a lo largo del siglo
transcurrido, haya sido saqueado por el egoísmo, la avaricia y
la ambición de algunos mexicanos y extranjeros.
La información fluyó como por arte de magia, o, mejor dicho, por
el trabajo que ya habían realizado los historiadores como Adolfo
Gilly, Pedro Salmerón, Alejandro Rosas, la escritora Elena Garro
y sobre todo, la propia familia Ángeles. Por ello considero que
éste es un trabajo colectivo. Me hubiera gustado que el Ing.
Calderón Ángeles apareciera como compilador junto conmigo, pero
no aceptó, dijo que la autora era yo. Sin embargo, me queda
claro que sin su apoyo no habría logrado este resultado.
Ahora bien, sobre el libro Felipe Ángeles, crónica de seis
generaciones, apuntaré los siguiente: el objetivo es recuperar,
reconocer y valorar el legado del general Felipe Ángeles, pero
no a través de las investigaciones históricas, sino a través de
sus descendientes. También tiene como propósito, reseñar la
historia de algunos de ellos, pues forman parte de una familia
de revolucionarios que destacaron por su lealtad, honor,
patriotismo y valentía. Desde la milicia, fueron protagonistas
de intensas luchas ideológicas y armadas, por lo que representan
a esa clase de mexicanos dispuestos a morir por sus ideales y su
patria.
Las esperanzas de Felipe Ángeles y otros de sus contemporáneos
como Villa y Zapata, a un siglo de su muerte, todavía no se han
visto reflejadas en nuestra sociedad y menos en los gobiernos
emanados de aquella guerra orientada por intereses antagónicos.
La trágica muerte, o mejor dicho el artero asesinato del general
Felipe Ángeles, no hizo más que ponderar su valor y magistral
desempeño durante la revolución. Él fue un militar de alto rango
del gobierno de Porfirio Díaz que, aún sin conocerlo, inspiró la
confianza de Madero para traerlo de Francia donde fue a estudiar
y a dar clases, para nombrarlo Director del Colegio Militar.
También, tuvo la inteligencia para comprender los motivos de
Zapata y mostrar hacia éste un trato humano y no de
confrontación como los militares que le antecedieron y que
atacaban el movimiento zapatista.
Una vez muerto Madero, en la llamada Decena Trágica, Felipe
Ángeles pasó a las filas de Francisco Villa bajo las órdenes de
Carranza. Pero más tarde, por su cultura, su capacidad como
estratega militar y su disciplina, acabó convirtiéndose en una
seria amenaza contra Carranza quien es considerado el autor de
su fusilamiento. Como se plasma en las investigaciones sobre
Felipe Ángeles, él dejó una huella en la historia mexicana por
su humanismo, inteligencia y honorabilidad, conceptos que a la
fecha no se manejan en el vocabulario de casi nadie.
Dentro de su familia él es el más conocido, aunque no el único
revolucionario. Felipe fue uno de los cinco hijos de Felipe
Ángeles Melo y Juana Ramírez. De ellos, su hermano mayor Eduardo
y su sobrino Eduardo Ángeles Meraz, también encaminaron sus
pasos hacia el ejército y por ello, se vieron envueltos en
batallas y grandes riesgos.
El presente trabajo hace una breve revisión de varios
representantes de seis generaciones de esta ilustre familia.
Comprende, entre otras cosas, una investigación que el Ingeniero
Arquitecto Guillermo Ángeles Maya realizó en el año 2000 sobre
su abuelo, el coronel Eduardo Ángeles Ramírez, hermano mayor de
Felipe Ángeles y que de algún modo fue su protector durante sus
inicios como militar. Aquí se incluye el documento redactado en
razón de su muerte, por Federico Cervantes y una semblanza sobre
Felipe Ángeles, escrita por el general José de Lara y Vega.
Tanto Federico Cervantes como este último, conocieron de cerca a
los militares Ángeles del periodo revolucionario.
Incluyo también la entrevista realizada en 1972 al teniente
coronel Eduardo Ángeles Meraz, sobrino del general Felipe
Ángeles con quien libró varias batallas decisivas en la
revolución y que fue fundador de la Confederación de Veteranos
Revolucionarios de la División del Norte.
De generaciones más recientes, se encuentran las semblanzas de
María Eugenia Ángeles Sánchez, nieta del general Felipe Ángeles,
del Ingeniero Arquitecto Guillermo Ángeles Maya, nieto del
Coronel Eduardo Ángeles Ramírez y del Ingeniero Héctor Alfredo
Calderón Ángeles, sobrino bisnieto del general Felipe Ángeles.
Asimismo, se incluye un discurso de Helena Torres Ángeles que
representa a la sexta generación de la Familia Ángeles.
Por ello, éste es un trabajo que abarca la trayectoria de la
familia desde 1865 hasta 2018. Familia que tiene sus raíces en
el estado de Hidalgo y que da identidad a mexicanos ejemplares,
mexicanos que constituyen a un sector de la sociedad amante de
su patria.
Añado algunos anexos con información, fotografías y un árbol
genealógico donde solo aparecen los miembros la línea familiar
que participan en este libro.
Acercándome al final de mi participación, retomaré aquí un
fragmento incluido en el capítulo de Susana Edna Vázquez
Monteón, BREVE RESEÑA DE UN HÉROE OLVIDADO:
La toma de Zacatecas con broche de oro, cerraba una serie de
victorias sobre las huestes tiránicas de los huertistas. Fue
Ángeles quien redactó el telegrama que despertó la ira de
Carranza, fue Ángeles quien tuvo los tamaños para enfrentar a
Carranza y evidenciar su doble moral, envidia, ambición y
despotismo. El Ing. José Báez, veterano de la revolución retrata
así al general Ángeles:
“Ángeles no solo fue el más grande de los estrategas militares
de la revolución y sin disputa el jefe militar de más alcances
técnicos y prácticos. Su posición como alto jefe del ejército de
la dictadura porfirista, se puede decir que era envidiable. No
obstante lo cual a todo renunció para ir a servir al ejército
constitucionalista creado por Carranza, improvisando con
soldados oficiales y jefes que no conocían el arte de la guerra
y menos aun lo que de científico y técnico tiene, su bondad, la
limpieza de su espíritu con la que fue a compartir los riesgos
de una guerra hecha por bisoños queda plenamente demostrada: no
fue en busca de honores, no fue en pos de posición social y
menos para hacerse de bienes económicos, fue porque sintió la
necesidad de ayudar a los que secularmente había explotado la
dictadura. Hizo un papel brillante en la convención de
Aguascalientes donde hizo notar la ausencia del Zapatismo e hizo
que se les convocara dándole a esta el carácter de una verdadera
asamblea revolucionaria. Fue entonces que Genovevo de la O le
dijo; usted fue el único federal que no violo y asesino a
mujeres ni quemo pueblos. Usted solo con su asistente, a 20
metros de mí y mis muchachos calculamos si lo matábamos o no ¿Y
sabe porque no lo hicimos? Porque usted se ganó nuestro respeto.
Emiliano Zapata, hombre adusto sonrió a Ángeles, lo abrazó y le
dijo: ¡general usted si es humano!”
Espero que la presente investigación motive su reflexión e
interés por saber más del gran Felipe Ángeles Ramírez, mexicano
valiente y ejemplar. ¡Muchas Gracias!
ESTELA GUERRA GARNICA. 26 NOV. 2019
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