Pantheon
Pintura y grabado de Aldo Ojeda
abierta hasta el 6 de agosto
Galería Hermenegildo Bustos de Casa del Diezmo de Celaya
Del artista
Aldo Ojeda (Celaya, Gto., 1987). Estudió la Licenciatura en Diseño gráfico en la Universidad de Guanajuato, Gto., (2005-2009), cursó la Maestría en Ciencias de la Educación en la Universidad Latina de México, Celaya, Gto., (2012, 2014). Practicó técnicas básicas de grabado en el taller de grabado de la Casa de Cultura de Celaya, Gto., (2012-2016), así mismo tomó el curso “El grabado tradicional en el ámbito contemporáneo”, Centro de las Artes de Guanajuato, Salamanca, Gto., (2016). En 2013 presentó la exposición individual “Imago maledictorum”, Galería El Claustro de Casa de Cultura de Celaya, Gto. Ha participado en seis exposiciones colectivas, entre las que se encuentran: “Retratos, autorretratos y otras gesticulaciones”, Galería Hermenegildo Bustos, Casa del Diezmo, Celaya, Gto., (2011), “La mujer: su concepto y reflexión sobre la realidad actual”, Galería Salvador Zúñiga, Casa de Cultura de Celaya, Gto., (2012), “De la luz al pigmento”, Centro Cultural Cortazar, Cortazar, Gto., (2015) y “Entre líneas”, Galería Salvador Zúñiga, Casa de Cultura de Celaya, Gto., (2016).
Presentación
El cuerpo femenino, como motivo de inspiración, ha estado presente en todos los periodos y movimientos artísticos, siendo su forma y el culto a lo erótico lo cotidiano y recurrente. Pantheon reúne y eleva la feminidad en deidades individuales a través de un espectro de colores acrílicos, retratos de fantasías híbridas combinados con ensayos mitológicos. Al mismo tiempo, se puede apreciar el origen inspiracional y la evolución del artista mediante pinturas que enaltecen desde mujeres poco nombradas, pero emblemáticas en la historia de la exploración espacial, hasta aquellas en su habitual convivir.
En una sociedad donde el uso del lenguaje habitual denota la ofuscada prevalencia de cosificar el cuerpo femenino, esta obra surge como exponente de una realidad que ha estado siempre en la evolución del conocimiento humano. Una realidad que reconoce el rol femenino como acción social, que refuerza nuestra propia identidad individual y a su vez genera inspiración, inquieta curiosidad y promueve la fascinación entre seres complementarios coexistiendo y desarrollándose en un mismo entorno.
Luis M. Marmolejo, Junio de 2017