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En este 5 de octubre... |
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Debajo de la
alfombra |
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Al
terruño
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Debajo de la
alfombra hay penumbra |
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y el frío que mana
del cemento |
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y esa humedad que
hiela |
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que filtró en el
tamiz antes rosado, |
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ahora terroso,
enramado y grasiento, |
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la inmundicia del
tiempo, |
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heces, gasolina,
masas aguadas de polvo que mancha y corrompe |
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y el hedor
putrefacto. |
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Las corrientes
enfurecidas golpearon a las puertas |
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el río enloquecido
gritaba, |
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se extendía en los
gemidos |
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de ese dolor que
las nubes iracundas le inyectaron con sus implacables báculos de
luz autoritaria, |
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y corrió veloz,
huyendo, |
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removiendo la
tierra, |
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las impurezas de
las calles, de los transeúntes, |
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de los rieles y
las terrazas, |
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no miró a quién |
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sólo pasó
arrancando lo que encontraba, |
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en hilachas dejó
sueños por su cauce, |
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lirios llorando su
olor, |
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ilusiones
agusanadas, |
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huevecillos de
tristeza por los jardines... |
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Tulancingo,
Hgo., inundación del 5 de octubre de 1999. |
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©mcco |
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