A veces ocurre que
cuando un libro
llega al lector,
éste lee
unas páginas y lo
deja. Otras el libro
se lee fluidamente y
termina en el
estante más de la
biblioteca. Pero
están aquellos
ejemplares que uno
suele volver a leer
y releer cuando ve
su título o suele
sucumbir ante la
necesidad interior
que incita
nuevamente
a su lectura.
Con Historia de
una perdida y otros
cuentos de
Cristina de la
Concha, me ha pasado
esto último. Es que
la fragilidad de la
autora se trasluce
en sus personajes
con un ritmo y una
música sugestiva,
atrapante; yo lo
llamo, literalmente
poético.
Cristina de la
Concha relata
breves historias
que han sucedido y
que lamentablemente
siguen sucediendo en
las distintas
sociedades. Desde el
engaño amoroso a la
violación,
relaciones
dominantes del
hombre en su
quehacer cultural y
que llegan al
desgarro en estos
cuentos. Cuentos que
la calle podría
decir: ¡Esto
sucede a diario!
Con un fiel y
particular estilo
erótico la autora en
su lenguaje mide el
equilibro, expande
plenamente su vista
desde la cornisa
para no caer en la
vulgaridad de
ciertos escritos.
Sexo, sumisión,
pasión, violencia y
muerte, historias
pueblerinas típicas
de nuestras
hipócritas
relaciones humanas.
Esto claramente se
trasluce en su
escritura. Ella
logra descifrar un
pequeño mundo y
trasladarlo en su
naturalidad para que
desde las grandes
urbes puedan sentir
ese encierro
omnipotente a la
dominación masculina
y a los mayores.
Esperemos que la
literatura pueda
seguir recibiendo
este tipo de
material, donde la
existencialidad de
nuestra historia nos
ubica en las
antípodas del norte.
Pese a todo, la
problemática no
cambia. Siempre es
la misma.
Como un todo
continental que nos
legó la conquista,
ahora traducido, a
su propio lenguaje.
Roberto Goijman/
Buenos Aires, mayo
del 2008.