Promover no votar es promover en contra nuestra
Cristina de la Concha
Por allí, algunas
personas y grupos están promoviendo no votar en las próximas elecciones,
lo que para muchos otros es un error, un gravísimo error si acaso
queremos detener la corrupción y la política que daña al país.
La
realidad es que no votar implica que así actúen quienes comulgan con la
idea de boicotear al sistema de este modo, quienes piensan como Javier
Sicilia que “votar es sentarse con corruptos y tramposos a la mesa”, lo
cual es verdad, sin embargo, hemos estado sentados a la mesa con
corruptos y tramposos desde hace décadas, desde el momento en que
permitimos la primera corrupción al quedarnos callados, al no
denunciarla, al no oponernos a que la llevaran a cabo, al permitirles
seguir en sus cargos públicos.
Es
decir, nosotros somos parte de lo mismo al permitir elecciones tramposas
como han sido, por lo tanto, nosotros mismos somos los que tenemos que
modificar la situación, si nosotros les hemos permitido estar en el
poder, nosotros tenemos que quitarlos, si nosotros hemos dado legalidad
a sus elecciones tramposas al no oponernos en mayoría a ellas, nosotros
debemos modificar la forma de llevar a cabo las elecciones, para lo que
sólo hay dos vías: la pacífica o la armada que no queremos.
La vía
pacífica implica que todos votemos, que promovamos el voto, pero también
que cuidemos las casillas, que denunciemos la compra de votos y
cualquier anomalía que observemos, que denunciemos la propaganda que
sale de lo legal, que no nos dejemos intimidar por quienes buscan
imponer la compra o sus declaraciones autoritarias, que expulsemos el
miedo. No pueden imponerte votar por quien tú no quieres.
Por otro
lado, promover el no voto es una falacia, pues ellos están en el poder,
para ellos es más conveniente que no votes, de ese modo dan por legales
las elecciones aunque tú las boicotees, aunque cierres el lugar donde se
celebren, ellos, los que tienen el poder, las van a legalizar en otro
lado, simplemente “autorizarán” el cambio y luego dirán que nadie votó y
este número “0” va a jugar a favor de ellos, o dirán que votaron a favor
de los partidos de ellos. Obviamente, votarán ellos y su gente por sus
partidos, lo que, en una ecuación simple, da por resultado la victoria
para ellos, porque faltará tu voto. Simple. Ellos lo harán legal y,
entonces, quien pierde es el pueblo, la ciudadanía.
Ahora
bien, imagina que en tu ciudad se llegara a lograr que nadie votara y se
anularan las elecciones, ¿cuál sería el resultado?, que se quedaran los
mismos porque qué otra cosa podría suceder. Ellos, que tienen la
“autoridad” (porque nosotros se la hemos dado), se mantendrían allí, los
mismos, o ¿a poco crees que se van a ir sólo porque tú no votaste? No,
no hay forma. Ellos inventarán cualquier cosa para quedarse.
Promover
el no voto es como promover a esos que tú ya no quieres en el poder; con
el no voto, ellos hacen chuza, o, como en el juego de billar, el no voto
es una bola que al chocar con otra hace que ésta golpee a una más
haciéndola introducirse en la tronera, es decir que al no votar se está
echando a andar un mecanismo que juega a favor de ellos, no al nuestro,
o, dicho de otro modo, al no votar los estamos dejando jugar solos en un
tablero donde nosotros lamentablemente también somos jugadores y debemos
participar.
Hagámoslo y hagámoslo bien.
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