El sello argentino Ediciones
Argos publicó el poemario del destacado autor cordobés, de extensa
trayectoria en el género y activo partícipe de la vida cultural de su
provincia.
En el variopinto panorama de
la poesía argentina actual es usual descubrir textos cuya calidad de sentido
no se condice con el ritmo y la esperada sonoridad que deberían acompañar
equilibradamente su faceta conceptual. El verso libre no es un obstáculo ni
una imposición para que las palabras, hechas de signo, sentido y también de
sonido no utilicen este último aspecto o lo dejen simplemente de lado, como
si no existiera. Esta falencia se pone muy de relieve y vuelve notoria
cuando asistimos a recitales de poesía y, al ser leídos en voz alta los
textos, se escucha perfectamente que no se ha trabajado en esa dirección.
Los poemas de Hernán Jaeggi
no adolecen de esta falta y ello se comprueba inmediatamente al recitarlos
el lector: sí hay un ritmo interno, sí existe una sonoridad buscada y que
encontramos de inmediato a través de tan sencillo procedimiento,
lamentablemente hoy no demasiado puesto en práctica por autores y lectores.
Sin embargo, en Oír (1)
Jaeggi se refiere muy originalmente a otro aspecto. Se trata del “oído
poético”, sexto sentido que permite captar las consonancias entre el
interior del autor y el exterior que lo rodea, el murmullo de la realidad
última al que la palabra lírica intenta acceder o al menos acercarse hasta
el límite mismo. Así lo pone muy de manifiesto Jaeggi a todo lo largo de las
casi cien páginas de su poemario, coherente con la apelación general que
realiza desde el mismo título de su trabajo. Como ejemplo y sensible
testimonio al modo de un ars poética donde el creador cordobés
explicita las singularidades de su apelación, cabe destacar el breve poema
que ocupa la página 49 de Oír:
Tengo amurallado el oír
y abierto el abismo.
Más allá de todo
lo que el lenguaje dice,
en mi pensamiento
puedo imaginar
otras formas de oír
donde el silencio florece.
Entonces el arte restituye
la vida del oír.
El silencio evocado por
Jaeggi -que en música es tan necesario como el sonido mismo, para resaltar a
este por contraste- puede tener diferentes connotaciones. Así, puede
tratarse de lo silente pleno de implicancias, como en el poema anteriormente
transcripto, mas también poseer un significado negativo; ser el enemigo de
ese “oír” buscado por el poeta, como aparece en la página 55:
Soy un río de oír
que no baja los brazos,
con hambre de escuchar
que busca ganarle terreno
al silencio.
(fragmento)
Nos encontramos aquí con el
mutismo que obstruye la red de polisemias (el ancho río del mundo sensible y
sus secretos) a la que aspira acceder el autor con su escucha y, por
consiguiente, en el acto de publicarla, transferirla al lector.
El arte de Jaeggi logra
transmitir las idas y vueltas de ese intento de audición de un omnipresente
río de significados evocado -metáfora “el río” que abunda en su poemario-
tanto en sus logros como en sus frustraciones y decepciones, que también
forman parte del ars poetica edificado por el conjunto de piezas incluidas
en este volumen.
Una propuesta original que
habla de la inteligencia lírica puesta en juego a través de las páginas de
Oír, tan interesante por su postulado general como por los alcances
obtenidos en cada sección del poemario.
El autor Hernán Jaeggi nació
en Villa General Belgrano, Provincia de Córdoba, el 27 de agosto de 1953. Es
licenciado en Letras Modernas de la Universidad Nacional de Córdoba,
dramaturgo y guionista de televisión. Coordina talleres literarios. Coordina
los ciclos “Palabras de poeta” y “Córdoba cuenta” en la Facultad de Lenguas
de la UNC. Es director de la revista Palabras de poeta. Colaboró con diarios
y revistas de Córdoba, Buenos Aires y Asunción, Paraguay. Realizó la
compilación y estudio de la Antología poética Palabras de poeta que incluye
autores cordobeses de los últimos 30 años. En 2011 el Gobierno de la
Provincia de Córdoba le otorgó el Reconocimiento al Mérito Artístico por su
obra y trayectoria artística.
Publicó los libros de
poemas: Último recurso (1978), Zona marginal (1984), Las Manos en el Juego
(1986), Vincent (1994), La sombra de la pipa (2004), Carnalval (2010),
poemas de este último libro fueron musicalizados por Carlos Piano &
Carnalbanda, El mar en el poema (2016) y Vincent (reescrito y reeditado:
2020). Sus poemas han sido seleccionados para integrar antologías del país y
el extranjero.
NOTA
(1)Ediciones Argos, ISBN
978-987-1100-66-8, 96 pp., Córdoba, Argentina, 2021.