MI LUMÍA
A Oliverio Girondo, agradecido
Todo toco, mi luz, mi nada toco,
mi luar, mi toda luz, mi luz tan mía.
Mi lubidulia que hace de lo poco
este todo de luz que me extravía.
Engolocidaloves mis desvíos
y descentrateluras lo que tengo;
el más y lo demás, antiguos ríos
que anduve siendo y no en el ser que vengo
a ser apenas como enseres vanos,
a ser como este ya, mi ser tan quedo
escondido en los huevos de estas manos
de tener y perder. Lubísneo enredo:
no sentirse y palpar el sin sentido;
mi lumía extraviada en lo vivido.
LUZ
Apenas un leve movimiento
bastó
para hacer de la luz un envolvente cerco;
y del rápido instante, eternidad henchida.
Todo fue soplo:
lo armado frágilmente
cayó como un castillo
ingrávido de naipes
para ser otro dibujo, un distinto,
acaso inaprensible cielo.
En la aérea levedad de la mañana
luminosa de agosto,
sus manos descorrieron
con femenina suavidad velos grisáceos
y su mirada se posó
en mí
como una mariposa sólo de aire.
LA VISITANTE
Repetidamente
Te he amado desde el atardecer, pero no cuenta
Porque tu cuerpo
Fue disolviéndose, lento entre sus luces.
Como un milagro
El alba te formó nuevamente
Y pude ver la crueldad de tu partida.