De Marconio Vázquez
EL AHOGADO
El ahogado canta su agonía
En su chorreada faringe
se escuchan ecos de sufrimiento
pero aun sin plasma
el ahogado no termina de ahogarse
Sabe que está triste
Sabe que está solo
Se sabe postergado de la vida
Se sabe traicionado por su gente
Y crece la marea y le dice muérete
El horizonte y la nube ruegan muérete
El hambriento abismo le conmina muérete
La luna sedienta le refleja muérete
El ahogado recita su existencia
En su anegado cerebro
pasea el tiempo con sus fulgores
pero aun sin alma
el ahogado no termina de ahogarse
Sabe que está triste
Sabe que está solo
Se sabe convertido en carroña
Se sabe maldecido por algunos
Y llegan sus hijos y le dicen muérete
Su camarada llega y le grita muérete
Su confesor se arrima y le pide muérete
Su dios le murmura en el oído muérete
El ahogado comienza a oler a miasma
En su cabello azabache
los peces juegan al escondite
pero aun sin ojos
El ahogado no termina de ahogarse
Sabe que está triste
Sabe que está solo
Se sabe ovacionado por los vivos
Se sabe asesinado por sus sueños
Y llega la historia y le dice ya muérete
Se imprimen decretos que le dicen muérete
Se cantan canciones y estribillos muérete
Se forman tormentas y nevadas muérete
El ahogado se llena de sal
En sus huesos descarnados
los corales ya construyen casa
pero aun difuso
El ahogado no termina de ahogarse
Sabe que está oculto
Sabe que está vivo
Se sabe recordado por su lucha
Se sabe perpetuo en su palabra
©marconio
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