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La Briona Negra

DE  MARISOL BRIONES

 

Transitando hacia una nueva mujer desde el ejercicio metafórico de Marisol Briones en La Briona Negra

 Por Guisela López[1]

 

La Briona Negra es un viaje poético en el que la autora nos conduce desde un ámbito inmemorial a través de fantásticos escenarios, donde confluyen ancestrales raíces prehispánicas, procesos vitales, vivencias amorosas, hasta arribar al presente de la autora, un plano de la cotidianidad que nos sitúa en su círculo intimo.

El poemario resulta de gran originalidad a partir del juego metafórico en el que la autora enlaza el mundo de la biología con el de la poesía, al hacer referencia a las hermosas bayas de color rojo de la Bryonia –una planta que nos presenta como “hermosamente peligrosa”–  y los delirios que provoca, similares a los efectos de una poesía en la que conviven magia y realidad, diosas y seres humanos; mitos y memorias; encuentros y despedidas; generando una interacción simbiótica entre lugares, personajes y acontecimientos que forman parte de la vida de la autora.

Nos muestra así un recorrido, que como bien apunta el maestro Francisco Morales Santos en el prólogo del libro, se enfoca en:

una figura central: la mujer, que puede ser ella y al mismo tiempo todas las mujeres del llamado Tercer Mundo, con experiencias o en circunstancia similarede su diario vivir, aires de familia en las que se sienten aves raras, ya sea por la falta de compren­sión, por la imposición de roles que riñen con el sentido de libertad o simplemente por el manejo del ser humano a través del temor. (Morales Santos, 2013: 7)

 

Coincido con él que en este poemario se identifica un afán por exaltar la libertad, y que la simbolización de la Briona Negra se enlaza con el arquetipo de una Lilith, “luna negra”, mujer rebelde e irreverente, que bien  podría insertar esta obra de Marisol Briones en la categoría de las poetas desmitificadoras, construida por nuestra Premio Nacional de Literatura: Luz Méndez de la Vega.

Marisol Briones publica este libro en un contexto donde la literatura escrita por mujeres ha tenido significativos avances, ya que no solo se ha incrementado la publicación de obras de autoría femenina, sino que se ha resignificado su valor a través del desarrollo de nuevas vertientes de investigación y crítica literaria promovidas por universidades e institutos de investigación, como es el caso de los estudios sobre historia de la literatura escrita por mujeres y la crítica literaria feminista.

Con este avance el ejercicio expresivo de las mujeres ha adquirido una resonancia que da vida a nuevos imaginarios en los que las mujeres – animadas por el desarrollo del movimiento de mujeres y feminista en la región – propugnan por un empoderamiento que ya no solo incluye el ejercicio del sufragio, que animara a nuestras ancestras, sino un ejercicio de ciudadanía activa, que incluye el acceso a puestos de decisión, el reconocimiento de la autoridad epistémica de las mujeres y la construcción de nuevas formas de relacionamiento.

La creación poética de Marisol forma parte de un nuevo discurso surgido desde las mujeres, a partir de la ruptura con los modelos tradicionales de una feminidad restrictiva que limitaba su presencia al ámbito privado y al quehacer doméstico. Estos nuevos mensajes articulan una propuesta: El discurso de la transgresión.

Al que la autora se suma diciendo:

 

Cuando el mundo que conocemos

no era

la dama oscura

la tentadora

la redentora

Ella

principio y fin

pronunció el impronunciable

nombre de Dios

para dejar el paraíso

en busca de su esencia

su libertad

para hacer su propia historia.

(Briones, 2013:11)

 

Esta historia de las mujeres que Marisol Briones alude, refleja nuevas dinámicas sociales, que se traducen en la diversificación de los haceres, de modo que las mujeres ahora presentes en distintos contextos –la producción del conocimiento, las actividades económicas, intelectuales, creativas– asumen nuevos roles, sin terminar por ello, de desprenderse de expresiones tradicionales a las que han estado sometidas. Esta condición transicional, que Marcela Lagarde define con el concepto de mujeres hibridas, se refleja en las protagonistas enunciadas en la Briona Negra, mujeres que han transgredido el silencio, que han dejado de ser sumisas al mismo tiempo que reivindican el poder de ser generadoras de vida:

 

La Briona mezcla de sangres,

la académica,

la artista,

la política,

la campesina,

la de la barriada,

la vendedora del mercado,

la escritora,

la doctora,

la abogada,

la mujer

a la que los gusanos no darán fin,

vivificadora,

eterna.

(Briones, 2013:12)

 

De esta manera La Briona Negra simboliza la rebeldía, el espíritu que anima a la nueva mujer, caracterizada, como la planta, por ser impetuosa, apurada, impaciente, “Que desea cosas [que no siempre] puede obtener”. 

[1] Escritora feminista Guatemalteca. Coordinadora de la Cátedra Alaíde Foppa – Espacio de coordinación académica entre el Instituto Universitario de la Mujer de la USAC  y el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades CEIICH de la UNAM – y del Seminario de Literatura Feminista y Ciudadanía.

 

 

     

19 de junio de 2014.

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La Briona Negra

posee la belleza y la negrura

de la diosa negra.

Es la naturaleza y su sombra.

La flor del canto

crece y atrae en noches

de lunas oscuras

provocándote

pasiones insomnes,

transformaciones incesantes.

(Briones, 2013:23)

 

Con  respecto a la descripción de esta nueva mujer, la autora propone identidades, que alejándose de los estereotipos de indefección aprendida, nos muestran nuevos referentes identitarios:

 

Hay mujeres

nacidas en abril

rebautizadas en octubre

a quienes ni el agua bendita

o la puesta en la cuna

de los enseres propios de mujer

nos ataron a la cama o la casa,

de ellos tomamos las agujas

para hacer y rehacer el tejido social.

Mujeres dotadas de una magia diferente

ante nuestro propio asombro y el de otros.

Mujeres como guacamayas rojas

guerrilleras

en el corazón de la montaña.

Panteras de obsidiana.

Roblar y ceiba sagradas

a quienes no

abate ni desgaja el huracán más fiero

o las fulmina el rayo

(Briones, 2013:31)

En la Briona Negra la autora se enuncia así misma como esa nueva mujer, plena y autónoma  que se desprende de falsas modestias para nombrarse con mayúsculas:

 

Esta mujer,

durante mucho tiempo

ha sabido lo que quiere y adónde se dirige.

La mayor parte de su vida

no le ha importado caminar sola o acompañada.

Es voluptuosa,

impetuosa.

Admirada,

inteligente, sugerente y sugestiva.

(Briones, 2013:70)

 

 

Y al mismo tiempo enuncia relaciones de nuevo tipo con la pareja, desde criterios más igualitarios,

 

Nos hemos concedido un préstamo

en términos de tiempo

valorándonos por igual.

Un servicio recíproco

con y sin acaparamiento.

Dador y receptora.

Dadora y receptor.

Nuestras transacciones generan

reciprocidad equilibrada

circulando en ambas direcciones.

Si eres sombra yo soy luz,

si eres luz yo soy sombra.

Claroscuro.

Arco iris.

Ida y vuelta

dando y dando.

Vas y vienes

va y viene

vaivén.

(Briones, 2013:81)

 

Finalmente quiero hacer notar como la poesía de Marisol refleja una expresión lúdica, que evidencia un disfrute en el juega con las palabras, como muestra el siguiente fragmento escrito en relación con su nombre:

 

 

Mar y Sol

La tierra y el fuego

el agua y el aire.

 

Dulce de la amargura

angustia de los disfrutes.

Señora de los misterios

dueña de las dos tierras.

(Briones, 2013:22)

 

Podría compartirles otros códigos y susurros  que he encontrado en este libro, la Briona Negra es una provocación a la lectura, pero nada mejor que la magia de la lectura, así que sin más les invito a indagar en sus misterios, delirios y premoniciones…

 

Guatemala, 16 de mayo de 2014 

 

Fuente:

Cultura con Vos www.ysuca.org

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