Soy maleza
que rompe los asfaltos
insolente ortiga del camino
Limpio mis ojos cubiertos por el tiempo
tu recuerdo es grito en la memoria
embriaguez que deja llaga en la garganta
fantasma anclado en el espacio
En el ciclópeo azul eterno de tu cielo
yace mi cuerpo perdido en la zozobra
crepita estridente mi vida en el hastío
donde tu huella apenas se distingue
En los árboles perennes del destino
mis fibras cuelgan como ramas
la semilla de mis manos siembra los paisajes
resurjo al final de abruptos versos
soy maleza que rompe los asfaltos
insolente ortiga del camino
Reminiscencias
El sol amaneció somnoliento
en esta ciudad despeinada sin pájaros
sin picos graznando mi ventana
El aroma del café despierta la memoria
de la neblina densa de la Sierra
Como niños los árboles
en vendavales juguetean
el timbal de la cigarra el temporal anuncia
bailan luciérnagas en pentagramas etéreos
gotas de lluvia al campo se abalanzan
como ángeles abatidos desde el cielo
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