|
11.May.25
Cartografía de una poética que vuelve a
México
Entrevista
Tras 12 años, el
reconocido poeta y editor chileno regresa a México con
su nuevo libro El arte de la navegación, una gira
por cinco ciudades y una importante alianza editorial
con La Taberna Libraria de Zacatecas. El también
director de AlaMira Editorial busca tender puentes entre
las voces literarias de Chile y México, llevando consigo
un catálogo que desembarca en reconocidas librerías
mexicanas.
En un país que
ya conoció su palabra en 2013, y que lo acogió con
generosidad y profundidad, Patricio Morales Lizana
—poeta del Valle de Colchagua y una de las figuras más
activas de la edición independiente de la Región de
O’Higgins— vuelve a México. Esta vez, lo hace como autor
y como embajador de un proyecto editorial con vocación
latinoamericana. Invitado al Tercer Festival Nacional de
Poesía Luis G. Ledesma, Morales presentó su cuarto
libro, se reunió con estudiantes, dictó una conferencia
y estrechó lazos con autores y editores mexicanos.
En esta
entrevista, el poeta comparte las claves de su regreso,
su mirada sobre la poesía actual, la relevancia del
trabajo editorial independiente y el mapa emocional que
lo une a México.
Coméntame de tu
visita anterior al país
México me
recibió por primera vez en 2013 y, desde entonces, no
dejó de habitarme. Participé en el Encuentro
Latinoamericano de Escritores en el Estado de Hidalgo,
invitado por la escritora Cristina de la Concha. Fue una
experiencia de comunión profunda. Sentí una conexión muy
muy importante con el paisaje, la palabra y la gente.
Leí en plazas,
bibliotecas, centros culturales. Me conmovió la
atención, la escucha, el amor por la palabra poética.
Desde entonces, sentí que tenía que volver, pero no con
las manos vacías: debía volver con obra, con libros de
otros, con una propuesta que tendiera puentes reales.
Este regreso, entonces, es una forma de cerrar un ciclo
y abrir otro mucho más amplio.
¿Qué te trae a México esta vez?
Vengo con una
mezcla de gratitud y propósito. Este viaje es el
resultado de una siembra profunda. El arte de la
navegación, mi nuevo libro, nace de una travesía
interior que no podía no compartir con México. Pero no
vengo sólo como autor, vengo como editor, como
constructor de puentes. AlaMira Editorial —el sello que
dirijo— está consolidando una alianza con la editorial
mexicana La Taberna Libraria, y eso me llena de
entusiasmo. Vengo a leer, a dialogar, a escuchar, a
dejar libros en manos mexicanas y a volver con nuevos
nombres, nuevas voces, nuevos afectos.
¿Qué hiciste en Zacatecas?
Zacatecas ha
sido el corazón simbólico de este viaje. Participé en el
Tercer Festival Nacional de Poesía Luis G. Ledesma en
Fresnillo, un encuentro cálido y profundamente humano.
Quiero agradecer especialmente al director del Instituto
Municipal de Cultura del Ayuntamiento de Fresnillo, el
arquitecto Alfredo Castellanos, por su generosidad,
hospitalidad y compromiso con la cultura. Fue una
experiencia enriquecedora en todos los sentidos.
Durante el
festival presenté El arte de la navegación,
realicé lecturas, visité una escuela y dicté la
conferencia “La actualidad de la poesía en Chile”, con
un público muy receptivo. Pero también vine a consolidar
una alianza con el maestro Juan José Macías, reconocido
escritor, artista plástico y director de La Taberna
Libraria, con quien hemos iniciado una colaboración
editorial profundamente simbólica. En 2025, publicamos
conjuntamente dos libros que son el reflejo de este
diálogo binacional:
El mundo es más
grande y jamás llegarás (I),
editado en Chile, reúne cuentos y relatos de los
narradores mexicanos Alejandro García, Mónica Muñoz
Muñoz, Alfredo Castellanos y el propio Juan José Macías.
El mundo es más
grande y jamás llegarás (II),
editado en México, congrega a cuatro voces destacadas de
la poesía chilena actual: Rosabetty Muñoz, Christian
Formoso, Héctor Hernández Montecinos y Patricio Espinoza
Henríquez.
Son libros que cruzan
fronteras, estilos, generaciones, territorios, y serán
difundidos tanto en México como en Chile. Nuestra
proyección contempla nuevas publicaciones conjuntas para
2025 y 2026. Y bueno, asimismo, nuestro sello Alamira
Editorial logró instalarse en esta bellísima ciudad
colonial en las estanterías de Godiva, importante
librería y galería de arte zacatequena; y en Fresnillo,
en la librería Aridia, un sorprendente espacio cultural
que ya se lo quisieran en cualquier lugar del mundo.
¿Cómo fue tu experiencia en Guadalajara?
Guadalajara
tiene algo magnético, una fuerza literaria que se siente
en sus calles y ferias. Tuve el privilegio de presentar
mi libro en la 56ª Feria Municipal del Libro, acompañado
del poeta José Alfredo Hernández Ávila, de Arcadia
Fusión Cultural. Fue una jornada intensa, con lectores
atentos, preguntas agudas y un diálogo genuino. Fue una
experiencia donde la poesía fue tensión, vínculo y
comunión.
¿Qué
expectativas tienes para Cuernavaca y CDMX?
Cuernavaca me
emociona especialmente. El 13 de mayo leeré en OA
Cafetería, junto a grandes poetas mexicanos como Sergio
D. Lara, Kenia Cano, Ana Velarde y Davo Valdés. Será una
velada de voces múltiples, de puentes líricos entre
nuestras geografías.
El 14 de mayo,
en la librería La Bigotona, compartiré escena con el
querido poeta chileno Álvaro Agurto, quien reside en
Cuernavaca. Presentaremos nuestros libros El arte de
la navegación y Polaroid, en una especie de
diálogo poético entre quienes, a pesar de la distancia,
compartimos una misma orilla existencial.
Luego llegaré a
CDMX, donde tendré momentos muy significativos. El
viernes 16, estaré en La Tertulia en el Centro Histórico
por la tarde en una lectura. El sábado 17 de mayo, en la
jornada de la mañana, en la Academia Literaria de la
Ciudad de México. Y por la tarde, presentaré mi libro en
Librería Bonilla. Son espacios que me honran
profundamente y que, por sus trayectorias y dinámicas,
admiro sinceramente. Poder habitar esos lugares ahora
con mi propia obra es una emoción difícil de describir.
¿Qué significa para ti que los libros de AlaMira
Editorial ingresen al circuito librero mexicano?
Es un paso
fundamental. La edición independiente necesita cruzar
mares, romper cercos. Que los libros de AlaMira
Editorial lleguen a librerías como Aridia, Godiva, La
Bigotona y Bonilla representa mucho más que presencia,
representa encuentro, resistencia cultural, y la
validación de una forma de hacer libros que responde a
las lógicas del cuidado, la sensibilidad y el compromiso
con la palabra.
Como lo he
planteado en oportunidades anteriores, editamos desde el
sur profundo, desde Santa Cruz, en el Valle de Colchagua,
Chile. Es un acto de fe y también de tozudez. Ver que
ese trabajo se amplifica en México es una recompensa
inmensa.
Reflexión final del autor
Creo que la
poesía y la edición independiente comparten una misma
raíz: creer en lo invisible, en lo no inmediato, en lo
que transforma espíritus. Volver a México después de 12
años es confirmar que la palabra sigue siendo hogar, y
que los vínculos entre nuestras tierras son tan inmensos
como el desierto, como los volcanes, como el mar. Como
dice mi querido colega Álvaro Agurto en su libro
Polaroid: “A veces la poesía no se escribe,
simplemente se recuerda”. Y México, para mí, es una
memoria viva, en movimiento, que ahora —gracias a esta
gira— se convierte también en un presente entrañable.
Gracias poeta por tu cariño a México y bienvenido
nuevamente.
|
|