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Sergio Alarcón
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15.May.2025
MANZANA AZUL
de
Sergio Alarcón Beltrán
Del libro
Conversaciones con la
lluvia.
Entre el
asombro y la tristeza
de las
lágrimas,
observo,
compungido,
mi Matria,
la manzana planetaria.
Degustan,
las pupilas,
extasiadas,
la textura líquida
de tu cuerpo
mineral,
tu piel azul
caribe,
azul
mediterránea,
tus venas
multitudinarias
de arroyo
cristalino,
la elegante
cauda nívea
de doncella,
la estética
del paisaje
que se
derrama
hasta la
cúpula del águila.
Tu vestido
de olanes
besa la
arena blanca,
tu atuendo
de viajera nube,
tu cabellera
de lluvia,
los
glaciares que han dormido siglos
de quietud
petrificada.
Portas
elegante, mujer oceánica,
tu sombrero
glaciar,
tu rostro
envuelto en nieve.
Acarician,
el cielo,
las eróticss
montañas,
tus pechos
de mujer volcánica,
la
cordillera de tu espalda.
Tu vientre
de mujer pradera,
tu sensual
desnudez
de fruto
codiciado, manantial,
laguna,
brisa, lago.
Mujer
sabana, mujer duna,
mujer
desértica, ardiente,
extrema, en
llamas,
mujer
tormenta, jadeante,
tierna,
delicada,
mujer oasis,
exhuberante,
selvática,
mujer amazona,
Mujer agua,
mujer mar,
mujer roca,
mujer magma,
mujer selva,
mujer pradera,
mujer monte,
mujer ámbar,
mujer
mangle, mujer cactus,
mujer ave,
mujer llama,
mujer duna,
mujer fuego,
mujer cauce,
afluente, espiral,
mujer
tormenta, erótica, fértil,
mujer útero,
mujer preñada.
Mujer madre,
tu voz de
agua,
el verde de
tus ramas,
tu follaje
de pájaros,
tu fragancia
de trinos,
tu vientre
de mariposas,
tu alfabeto
de abejas,
poliniza, la
esperanza,
el trino del
poeta.
Mujer flor,
consorte del colibrí,
amante de la
danza, del cortejo,
útero, nido
de la primavera.
Mujer agua,
abierta
a la caricia
del pez,
al reflejo
fugaz
de las
estrellas
y la
feligresía del colibrí.
Mujer de mi
dolor epistolar.
Escribo para
ti, cartas
en que se
desangra, la tristeza,
la sintaxis
en que fluye, asfixiado,
el canto del
juglar,
la música
del río cristalino,
disecado,
por un consorcio
de
criminales, que han recluido
el agua, en
carceles de plástico
y basura
monumental,
entre el
dolor de los pájaros
en las
ramas, y el bosque extinto
por el
progreso y la avaricia.
Me dueles,
al ver sobre tu piel,
las llagas
que supuran,
la multitud
de bípedos gusanos, masticando, tu cuerpo,
generosa
manzana azul.
Me dueles
tristemente,
viral,
ultrajada, poeseida
por la
insaciable boca
de una plaga
industrial,
convertida
en mercancia
y propiedad
privada.
Me duelen
las aves
las ramas
clausuradas,
la
mutilación de tus pulmones verdes, ante el filo asesino
de la
motosierra,
el saqueo de
tus joyas subterráneas,
arrancadas
de legítimas manos,
de la sangre
originaria,
Me duele tu
piel colonizada.
Me duele tu
carne
que rumian
los engranes,
El
reclutamiento de tus hijos
en las
fábricas que alimentan,
el combate,
la hacienda
del monarca,
la miseria
humana.
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