V Encuentro de Escritores por Ciudad Juárez en Ecatepec RESEÑA Víctor Argüelles. Tulancingo cultural, 26 de octubre de 2015.

Si habláramos de encuentros, (reencuentros o desencuentros) entre personas en un sitio determinado, tendríamos que convenir pactos culturales o relaciones cimentadas en ideologías, anhelos, luchas, etc., justo lo que distingue a un nutrido grupo de creadores que converge en Ecatepec; un municipio secuestrado por la violencia y la apatía cultural que, sin embargo quiere levantarse con acciones nobles, escudadas con el arte y la literatura, propósito cumbre del "V° Encuentro de Escritores por Ciudad Juárez en Ecatepec". Para describir los momentos que conformaron la edición 2015 de dicho encuentro, he aquí el recuento:
Lugar y fecha: Casa de Morelos (INAH), 2 de octubre de 2015 (mejor fecha no podría ser), hora: 14:00 a 20:00 hrs., participantes: 43 anunciados, presentes 35, 3 participantes voluntarios, ciudad: Ecatepec de Morelos: una población que hierve en altos niveles de feminicidios, secuestros y violencia en general como hormiguero que se oculta en el Estado de México. La ciudad más poblada, -dicen muchos-, la del cerro en el viento, la de Morelos, etc., lo cierto es que Ecatepec, con la intención del encuentro, sale ganando y ahora diré el porqué.
Empecemos por traducir los gestos de ese día: lealtad, solidaridad, compañerismo; la literatura: narraciones, ensayos, crónicas, ¡Mucha POESÍA!; los participantes: jóvenes y adultos; las letras: despiadadas, sensibles, sutiles (Daniel Nictálope); sublimes actos de fe, oraciones calladas, sigilosas (Cristina de la Concha); la actitud: con el cuerpo, combatientes o pesimistas, como el decir que "la poesía no sirve" (Daro Soberanes); decirlo todo y poco, decir nada, decir con el rap (Leonel Hernández); con ritmo de guitarra, con movimiento de manos, con slam (Marizela Ríos Toledo); decir mucho y todo lo que debe decirse, con temple (Diego Espíritu Chávez); recitación pausada, con la voz en el centro, con la mirada altiva o cabizbaja (Luis Rivera). Uno por uno, hasta agotar la voz y los minutos.

Este reencuentro, (encuentro para muchos) se escuda en un lema y una consiga. Lo sabemos, el propósito se cumple, y son las letras escritas y habladas las que se ponen al centro, desde ahí las escuchamos, porque nos dan fe en el cometido: la denuncia de los feminicidios en aquella tierra fronteriza del estado de Chihuahua, pero también los de esta región, los de México y el mundo entero.
No es capricho que se haya elegido como fecha 2 de octubre para la realización de este encuentro, ésta nos convoca para alzar la voz, ahora que justamente requerimos dar espacio a la memoria, pues en este encuentro van consignadas otras luchas, es por eso que las lecturas versan sobre tres ejes temáticos: Ciudad Juárez, Tlatelolco y Ayotzinapa.

Para seguir: Iniciamos a las 2: 15 pm., y terminamos pasadas las 8:30. La primera parte de las lecturas se conformó así: Martha Miranda, Guillermo Gonzaga, Luis Rivera, Daniel Nictálope, Ricardo Ríos, Pedro Sánchez, María Eugenia Rodríguez, Hortensia Carrasco, Martín Tonalmeyotl, Rubenski, Antonio Guevara, Frida Robles, Daro Soberanes, Víctor Jesús Domínguez, Blanca Martínez Manjarrez (Blanca Crisálida), Daniel Olivares V., y la esperada lectura del maestro Gonzalo Martré, que especialmente leyó fragmentos de Los símbolos transparentes, un testimonio cruento del 68, mejor lectura no pudimos tener en una fecha por demás emblemática.

Lo siguiente fue el intermedio para calentar motores, hablar, conocerse, y de paso embriagar la voz. Que lo digan los que estuvieron cerca de la espléndida mesa ofrecida por la Casa de Morelos. Que lo digan los que no querían pero, a final de cuentas accedieron a continuar las lecturas.

Ya en la segunda parte: el trovador Osvaldo Flores y sus canciones satíricas contra el sistema (más de alguno rió y reflexionó), posterior a él: Mario Guzmán, Guadalupe Quezada, Selene Chávez, Temok Saucedo, Refugio Pereida, Cristina de La Concha, Hilda Hereiva, Erandy Alejandra, Samuel Ronzón, Delia Cabrera Marki, Apolonio León, Yenny Luna, Diego Espirítu Chávez, Marizela Ríos Toledo, Leonel Hernández y Josimar Galíndez Rojas, más tres participantes que se sumaron de último momento: El músico Aaron Tenorio Rocha, Margarito Mendoza e Israel Soberanes (que anda de nuevo en estas tierras).
Se debe decir que el encuentro fue un logro, que no debe olvidarse, que es el compromiso con nosotros y con la sociedad. Se debe decir también que, por tercer año consecutivo fuimos testigos de participaciones verdaderas; cerca de 40 escritores en una jornada ejemplar de lecturas solidarias por Ciudad Juárez. Se debe decir también que este encuentro depende de quienes lo coordinan a nivel nacional (Antonio Flores Schroeder) e internacional (Uberto Stabile), y que, en Ecatepec, desde 2013 lo hemos estado realizando con grandes esfuerzos y participaciones solidarias de primer nivel, van algunos nombres: Roberto López Moreno, Angélica Santa Olaya, Melissa Nungaray, Carlos Santibáñez Andonegui, Miguel Tonhatiu, entre otros.
Haciendo la suma de escritores que han participado en el encuentro en estos tres años, me sorprendo, ya que son cerca de 90 escritores; algunos por primera vez, otros por dos años, y sólo dos privilegiadas han podido estar por tres años consecutivos: María Eugenia Rodríguez y Guadalupe Quezada, curiosamente la madurez y la juventud coincidiendo; si no fuera por la inasistencia de Miguel Santos, lo tendríamos como el tercer escritor en su tercera vez.

Queda claro que nos faltó voz y nos faltó tiempo, pero a cambio cultivamos momentos, lecturas breves y prolongadas. Desde donde se anuncia, desde ese centro del auditorio, la tarde-noche convocó y se vino encima. Ya pasadas las 8pm, estábamos de pie, y los que quedábamos, con un poco de desesperación nos dimos a la tarea de finalizar el evento con la entrega de constancias. Inmediatamente, la alzadera de sillas, el tumulto de pies buscando salida, las señas que habrían de poner fin a nuestro recital, a nuestro "V° Encuentro de Escritores por Ciudad Juárez en Ecatepec".

Para concluir, quedan aquí las ¡Gracias! escritas y habladas, a todos los que hicieron posible una vez más el objetivo, a quienes estuvieron y a quienes no, a los que llegaron desde puntos distantes, incluso desde Hidalgo y Puebla como los compañeros Martha Miranda y Martín Tonalmeyotl, respectivamente.

Quedan las Gracias aquí, al atento equipo de trabajo del Instituto Nacional de Antropología e Historia, al Centro Comunitario Ecatepec Casa de Morelos, a Vicente Camacho Lucari, director del mismo, a Eduardo Marmolejo, coordinador de logística y diseñador del cartel, a las chicas de servicio social, a los alumnos de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Modelo campus Coacalco, a los fotógrafos y periodistas que asistieron, a los amigos que no nos dejaron solos: Daniel Mejía, Martha Lechuga, etc., a los cerca de 60 asistentes, y a todos ustedes, escritores que, con sus letras manifiestan el sentido del encuentro.

¡Gracias a todos! Nos escuchamos en 2016

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