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Diego Mare
(Argentino
–
1943)
(Selección de poemas 1973/1977 (vadeo - 2006))
vuelo libre
fuera
del tiempo
y de la
urgencia
que demandan sus
días
el ruiseñor gorjea
como una flauta
dulce
su clara melodía
perdido en la
espesura
de la selva
sombría
su vuelo es como
el trino
que sus alas
agitan
y el aire que
remonta
como un aura
evadida
noche
qué noche inmensa
en medio de la noche
cuando todo
susurra
y el alma grita
sus ayes de dolor
a pleno día
bardo
alfarero del alma
¿qué forma podrá
darle al canto
sin lastimarlo
ni lastimarse?
la forma de morir
a los caídos en Trelew (22.8.72)
todos los vimos
volar en sus cabezas
con el rumbo fugaz
de la sangre invulnerable
con los zapatos de
la ciudad
y los temblores
del trébol
y dejamos la
verdad al borde del camino
donde se amontonó
el dolor
la blasfemia de la
carne humillada
y el hedor general
de las hienas y los zorros
pero la forma de
morir no tiene olvido
tiene un registro
común de cada rostro
(y se puede morir
sin hesitar
sin querer en
cuotas sin dudarlo
amurado por formas
de morir que vienen solas
morir es natural
se muere todos los
días un poco
hay quien se muere
de manera tan total
que uno puede
llegar a suicidarse
de accidentes ni
hablar)
pero hay formas de
morir
que vienen de otra
muerte
llegan desde otra
orilla parecida
sin más guía
que el ojo de
vidrio amarillento
el gancho del
pirata
la oración baldía
hay formas de
morir donde se miran
el niño
la botella
el mirasol
el mirlo
los hermanos
la otra forma de
morir
tiene complejos
un ojo tuerto
inmensas telarañas
viejos
escapularios
una regadera de
sangre en la memoria
tiene el paisaje
roto
la mano trepada a
la grupa de la historia
tiene sonrisa de
vieja inmemorial
que puede engañar
al mundo entero
tiene un ejército
de infamia
un mariscal de
espuma
apoyado en su
pierna apolillada
tiene un almirante
de tijeras gastadas
un brigadier enano
una monja que hace
el amor
con un tigre de
Bengala
todos los vimos
volar en sus cabezas
con el rumbo fugaz
de la sangre invulnerable
con los zapatos de
la ciudad
y los temblores
del trébol
pero la forma de
morir no tiene olvido
(Poema ilustrado por el pintor argentino Carlos
Langone
expuesto en l973 en Galería Meridiana,
que funcionaba en Buenos Aires.)
vadeo
eh!! tú
que todo lo arrastras!
bestia de furtivo andar
estoy vadeando tu río
estoy vadeando tu mar
y vadeando voy tu abrazo
y tu pezuña rapaz
al cantar con voz ceñida
ausencias de lo que mal
me quitaste de la viña
a traición y sin piedad
vadearte la oscura senda
toro negro
negra mar
hiena de baba nocturna
niebla de la nulidad
sombra que dejas en sombra
frío de la eternidad
ciego sayón del naufragio
soledad de soledad
ay del pájaro que abates
ay de la luz que ciegas
ay de la rosa que arrancas
ay de la mano que hielas
no doblegará tu saña
la rosa que dio rosal
ni la mano que dio amigos
ni el pájaro y su trinar
cubre la vida de pena
lame con tu yerta lengua
ven a mi huerto a segar
no se abismará tu río
ni va a ensancharse tu mar
en su vadeo enamorado
el ruiseñor volverá
a cantar leve y alado
la melodía inmortal
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