Abr.05
Mariluz Suárez
y su Teatro Mexicano
Mariluz Suárez
presentó, el sábado 23 en “El Café”,
su libro Teatro Mexicano
seguido de una representación de la obra Casting Metafísico, dedicada
a la memoria del maestro Hugo Argüelles, representada por el actor Luis
Manuel García. Este trabajo cuestiona la dificultad de
cualquier aspirante a lograr su cometido, complejo reto en esta época de
gran competitividad.
Intérprete,
traductora, dramaturga, egresada de la escuela de Escritores de la
SOGEM,
Mariluz Suárez
es, además,
cuentista, cronista y ensayista. Forma parte del seminario de estudios
mesoamericanos y del seminario de traducción de la lengua náhuatl en la
UNAM. Ha publicado en revistas nacionales y extranjeras y en volúmenes
colectivos desde 1998. Becaria del Fondo Nacional para la Cultura y las
Artes (FONCA) en el fomento a la traducción literaria. Autora del libro A
dos voces. Desde 1998 coordina el Taller Libre de Poesía con poeta Saúl
Ibargoyen y ha participado en certámenes nacionales e internacionales
impartiendo cursos y conferencias sobre Teatro Mexicano en lugares como
Panamá, San José de Costa Rica, San Salvador y La Habana, Granada,
Nicaragua, Nuevo León y Villahermosa, Tabasco.
Entrevista
–¿Tu
conocimiento de lenguas extranjeras te llevó al
náhuatl?
–No directamente.
–¿A
qué se debe tu interés en el náhuatl?
–Al escuchar
preguntas de los extranjeros sobre
nuestra mexicana forma de ser, empecé a investigar y
caí en las redes de un mundo maravilloso del que ya
nunca podré salir.
–¿La
traducción te ha puesto obstáculos para escribir?
–Me gusta
mucho traducir pero en mi caso, la
traducción ha sido un obstáculo para la creación
porque tengo que darle prioridad ya que las
traducciones son mi principal fuente de ingresos.
–¿Qué
retos tuviste que enfrentar para sentarte a
escribir? ¿tuviste que tomar decisiones para plasmar
tus ideas?
–Fueron retos
secundarios pues tenía que cumplir con
las obligaciones de madre y ama de casa, pero siempre
me he dado mañas para escribir haciendo cola en el
banco, en el autobús o esperando a mis hijos. Respecto
a las decisiones inmediatas, la principal siempre ha
sido encontrar el tiempo para hacerlo.
–¿Cómo
te iniciaste en la dramaturgia? ¿Desde cuándo?
–Desde que vi la primera obra de teatro a los 13 años
decidí que ese mundo me gustaba.
–¿De dónde
surge esta inclinación por el teatro?
–Pedí permiso a mis padres para estudiar
actuación y
entrar a Bellas Artes, como no lo autorizaron, me
dediqué a ver teatro, a leer teatro y posteriormente a
escribirlo.
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