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En un momento crítico de la historia reciente (finales del 2019 y
comienzos del 2020), aparece La Espiral y la Rosa como un esfuerzo más
por reivindicar la conciencia y dignidad humana a través de la
literatura. Una vez más, la libertad y democracia en Latinoamérica están
en crisis: el pueblo chileno es brutalmente reprimido; en Bolivia se ha
dado un Golpe de Estado, Nicaragua y Venezuela atraviesan momentos
difíciles; Argentina y Brasil son el escenario de la represión
derechista como México lo es de una crisis migratoria. Pese a estas
adversidades, esta publicación busca ser eco de la libre expresión y
difundir un atisbo de esperanza a través de la letra en medio de la
incertidumbre. Por esta razón, esta primera octavilla la dedicamos a los
espíritus oprimidos, pero también al pueblo de Bolivia.
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Un gusto coincidir y compartir la esperanza a través de lo que podemos y
nos apasiona hacer: la letra y el silencio que la acompaña para hacerla
voz de nuestro sentir.
Nuestra intención es de promover la literatura de los noveles,
principalmente, y la consagrada también para reforzar su carácter vital
y único en este momento que vivimos, inmersos en una tecnología que
desplaza al papel y unos bosques que ya no soportan más deforestación,
así como con el fin de la impresión de literatura por las grandes
editoriales que ahora solo best sellers publican. |
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En la séptima edición de la reunión del Congreso de los Discretos,
conformado por Ángel Corral Romero, Cristina de la Concha y Miguel Ángel
Aguilar Huerta, en el área de Coyoacán, el pasado 27 de noviembre,
nació, con ayuda y presencia de los poetas Temok Saucedo y Lorena Baker,
la octavilla literaria “La Espiral y la Rosa”.
En ella debuta un joven y prometedor narrador de Ecatepec de Morelos,
Diego González, y participamos Ángel Corral y Miguel Ángel Aguilar
Huerta.
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