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Y en el día tercero creó El Sol Desmantelado.
Abraham Chinchillas
Y pasó Dios a decir:
“Llegue a haber
lumbreras en la
expansión de los cielos
del día y la noche”.
Santas Escrituras
La idea de este libro surgió cuando en noviembre del año pasado, en mi
lectura habitual de periódicos, me enteré que el 2007 albergaría ente
otras celebraciones artísticas el centenario del poeta
británico-norteamericano Wystan Hugh Auden. Inmediatamente vino a mi
mente nebulosos versos de su poema más famoso: Blues Funerales,
inmortalizado en la cultura moderna por un personaje del filme inglés
Cuatro Bodas y un Funeral de Peter Weir.
He was my North, my South, my East and West,
My working week and my Sunday rest,
My noon, my midnight, my talk, my song;
I thought that love would last for ever: I was wrong.
Esa lectura fortuita me empujó irremediablemente a una larga y profunda
revisión de algunos de sus poemas difundidos por internet; ahí, embebido
por la fluidez y fuerza de su lírica me sentí en deuda, no solamente con
el poeta, sino con la palabra que ese poeta utilizó para recrear la
belleza del idioma y la vileza del mundo. Así que, como que no queriendo
la cosa, redacté una convocatoria que difundí entre los amigos
escritores incluidos en mi lista de correo electrónico. Para hacer honor
a la verdad no creí que muchos respondieran y supuse que este homenaje
sería con tres o cuatro poetas y que tal vez alcanzaría a publicarse en
algún suplemento cultural. Sin embargo, a la mañana siguiente, me
sorprendió que la mayoría compartiera ese gusto por la poesía de Auden y
que además se interesaran en recrear sus temas, su ritmo, su musicalidad
en un poema nuevo.
De pronto el número se acerco a los 10 colaboradores, lo sobrepasó, se
estacionó en 12 y gracias a que esos amigos escritores hicieron lo
propio con la difusión del proyecto rebasamos la veintena de propuestas
para que al fin de cuentas, valorando la trayectoria de cada uno de
ellos y con un hábil pero preciso movimiento de navaja, quedáramos con
veinte escritores de cuatro países distintos: España, Puerto Rico,
Argentina y México.
El proceso que se siguió fue el siguiente: se le permitió a cada
colaborador el libre albedrío de releer y elegir un poema –con la
pequeña acotación de que no más de dos de ellos eligieran el mismo–,
para que a partir de ahí se escribiera un nuevo ejercicio poético;
retomando palabras, versos, músicas, ritmos y/o temas enaltecidos por
Auden en cada uno de esos textos. Quiero destacar que nunca, en los
cinco meses que ocupamos para el desarrollo de este proyecto, me reuní
frente a frente con ninguno de los implicados; aún las correcciones, las
propuestas de portada, la revisión de las pruebas de imprenta, todo se
realizó en el teclado de la computadora y con los característicos
sonidos de una conexión telefónica.
Pero, ¿cuál es la importancia de este escritor para que su legado
inspire un homenaje como este? Wystan Hugh Auden nació en York
(Inglaterra) el 21 de febrero de 1907. Poeta, dramaturgo y crítico
literario, en sus primeros años se interesó en la ciencia pero pronto
centró todo su entusiasmo en la poesía. El tono profético y el contenido
social de sus poemas lo convirtieron en el poeta clave de la lírica
británica de los 30, década en la que formó parte en Londres de un
círculo de prometedores y jóvenes poetas caracterizados por su marcada
tendencia izquierdista. Su libro Poems (1930) consolidó su fama
literaria. Tiempo después escribió tres obras de teatro en colaboración
con Isherwood: El perro bajo la piel (1935), El ascenso del
F-6 (1936) y En la frontera (1938). En 1937 recibió la
medalla de Oro del Rey a la poesía, máximo galardón en su país. Tras
viajar a Islandia y China escribió Letters From Iceland (1937) y
Viaje a una guerra (1939).
En 1939, Auden se trasladó a Estados Unidos y posteriormente adoptó la
nacionalidad estadounidense. En este país trabajó activamente como
poeta, crítico, conferenciante y editor. Su Hombre doble (1941) y Por la
hora presente (1944) reflejan una creciente preocupación por los temas
religiosos. La edad de la ansiedad (1947), un largo poema dramático que
comienza en un bar de Nueva York, le hizo merecedor del Premio Pullitzer
de Poesía en 1948. Entre su vasta producción cabe mencionar Poemas
completos (1945), El escudo de Aquiles (1955), Poemas
extensos completos (1969), así como algunos libretos de ópera.
Auden guarda cierto parecido como poeta con T. S. Eliot. Al igual que
éste, poseía un ingenio frío e irónico, a pesar de que era profundamente
religioso. Sin embargo, se preocupó mucho más por los problemas
sociales. Dotado de una asombrosa capacidad de análisis psicológico,
Auden poseía además un exquisito talento lírico. Su influencia en las
generaciones de poetas posteriores ha sido inmensa. Muchos críticos lo
consideran un maestro de la poesía; su rigor intelectual y su conciencia
social, combinados con una fluida mezcla de estilos y una habilidad
consumada, lo convierten en parangón de la poesía moderna. Por todo
esto, sirva este libro para celebrar –en un dialogo a través del tiempo
y los idiomas– los temas y el tono de la inmortal pluma de W. H. Auden.
¿Pero qué relación tiene este poeta nacido hace cien años y sin contacto
aparente con la literatura en español con un grupo de poetas tan
disímiles con él y entre sí (algunos de los cuales nacimos después de
que Auden había fallecido)? Tanta y ninguna como la relación que
establecemos con un congénere que, sin importar de dónde viene, que ha
hecho y quién es en realidad, comparte con nosotros una experiencia que
detona una amistad. Entenderá quien escucha esto que los escritores
somos muy dados a tener grandes amigos encontrados en las lecturas que
realizamos y que logramos estrechar, aunque desconocidas por ellos,
amistades con Carlos Fuentes, García Márquez, J. M. Coetzee o
Villa-Matas.
Para reforzar esa amistad establecida con Wystan decidimos respetar el
idioma original en el que escribía, haciendo interactuar su palabra con
el castellano con que los convocados cincelan sus poemas. Un diálogo a
través de los idiomas, del tiempo y del espacio. Los participantes son:
Gabriel Impaglione de Argentina; José Santos Cartagena de Puerto Rico;
Francisco Arrollo Cebayos, Alonso de Molina, Roberto Domínguez, Manuel
Francisco Reina y David Yáñez de España; Kenia Cano, J. D. Victoria y
Ricardo Venegas del estado de Morelos; y los poetas hidalguenses:
Yannina Romero, Carlos Alva, Daniel Fragoso, Jorge Contreras, Omar
Roldán, Carlos Muñoz, Venancio Neria Candelaría, Ulises Vidal II y quien
esto escribe.
No se mire este libro como una antología, sino como el ejercicio
colectivo de obreros de la palabra que enaltecen a uno de sus más
grandes influencias e inspiraciones. Que mejor que celebrar la palabra
con otra palabra, esgrimida con el mismo respeto y responsabilidad con
que la primera fue concebida.
Fundación Arturo Herrera Cabañas, 30 de marzo de 2007.
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Próximas
presentaciones:
en
Puerto Rico
viernes 27
de abril
presenta José Santos Cartagena
Biblioteca de Caguas, Puerto Rico,
en
Cuernavaca, Morelos,
viernes 4 de mayo, 19 hrs
presentan Ricardo Venegas, J.D. Victoria, Carlos Muñoz, Jorge
Contreras, Uriel Carmona,
Omar Roldán y Abraham
Chinchillas
Universidad Internacional José Vasconcelos, Av. Cuauhtémoc
Núm. 56, Col. Amatitlán
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