de la poesía de Ricardo Yáñez:
Desnuda plenitud a cielo abierto,
entre los zacatales florecidos.
Desnuda plenitud… Los tiempos idos
regresan. Juventud, en ti despierto.
Sé que no moriré, que incluso muerto
seré esta juventud casi sin ruidos.
Del viento en las espigas mil sonidos
murmuran una cosa: cierto, cierto.
Desnuda está mi voz, mi vida, todo.
Mi juventud encuentra su acomodo
en la vejez que ahora no padezco
sino que en ella crezco, de tal modo
que doy conmigo mismo, y agradezco
vivir como se debe, sin recodo.
No estoy en mí
sino en ustedes,
pues estando en ustedes
estoy en mí.
No estoy en mí
sino en ustedes,
pues estando en ustedes
estoy en mí.