Análisis existencial-fenomenológico de los sueños
Oswaldo Loera
No hay que
preguntarnos si percibimos
verdaderamente el mundo, por el contrario,
hay que
decir que el mundo es aquello que percibimos.
Maurice
Merleau-Ponty
Soñar es una experiencia que a lo largo de la historia de la humanidad
ha cautivado a poetas, teólogos, filósofos, científicos, terapeutas,
pero sobre todo, en primera instancia, a los soñantes. Los sueños dejan
tras de sí una pausa en nuestras vidas, o, mejor dicho, nos dejan en
pausa, preguntándonos ¿por qué soñamos lo que soñamos?, ¿qué me está
diciendo mi sueño?, ¿mi sueño me dice algo?, ¿dice algo de mí?, ¿es mío?
Estas preguntas resultan tan hondas que es comprensible que no paremos
de buscarles sentido. A continuación haré un breve esbozo acerca de cómo
son escuchados los sueños en el análisis existencial-fenomenológico.
El análisis existencial-fenomenológico, también conocido como terapia
existencial-fenomenológica o sólo terapia existencial, pone especial
atención a la intencionalidad de la conciencia de los consultantes, es
decir, que cuando afirmamos que la “conciencia siempre es conciencia de
algo” (Husserl), nosotros buscamos analizar ese algo, analizamos el
movimiento de la conciencia que, en última instancia, configura la forma
en que estamos y habitamos nuestro mundo. Esto es importante porque en
nuestra cultura hay una forma predominante de pensarnos escindidos,
entre la subjetividad/objetividad, fantasía/realidad,
experiencia/verdad, etc., que suele colocar nuestro estar-soñando en un
lugar separado, menos real, que nuestro estar-despiertos. Desde la
perspectiva existencial, las experiencias vividas en los sueños son tan
reales como nuestras experiencias vividas mientras estamos despiertos,
de hecho, no hay necesidad de hacer una distinción, puesto que ambas son
experiencias de nuestro existir; en este sentido, esta perspectiva busca
poner en suspenso el binarismo sueño/realidad, de tal forma que nuestros
sueños devengan una forma de estar-en-el-mundo.
De esta manera, intentamos analizar la narración de los sueños de
nuestros consultantes para comprender la experiencia de estar-ahí, las
tensiones existenciales que en el soñante emergen, esto es, analizar el
ser que estamos siendo cuando soñamos: el ser-en-el-sueño. Por lo tanto,
el análisis existencial-fenomenológico de los sueños logra desplazar
preguntas como: ¿por qué sueño esto?, que abre una brecha entre el
soñante y el sueño, para dar lugar a preguntas como: ¿quién estoy siendo
en este sueño?, que de alguna forma nos invita a apropiarnos del ser
soñante que cuando soñamos somos.
Cabe destacar que el análisis existencial-fenomenológico puede ser
entendido como una forma de escucha ética, que se caracteriza por
intentar poner en suspenso los supuestos que tenemos del mundo, para
aproximarnos lo más posible a la experiencia misma del consultante que
nos interpela. En este sentido, una escucha fenomenológica-existencial
de los sueños nos invita a suspender nuestras ideas preconcebidas sobre
ellos como (por mencionar algunos ejemplos posibles): todos los sueños
refieren a deseos reprimidos, todos los sueños refieren a temores, todos
los sueños refieren a deseos de autorrealización, etc., para poder
escuchar la narración del sueño de nuestro consultante, es decir, su
experiencia siendo sueño y soñante.
Finalmente, pero nunca por eso menos importante sino todo lo contrario,
pensar desde la fenomenología existencial requiere guardar silencio para
escuchar la voz de los otros, es por esto que a continuación narraré
algunas experiencias del soñar que me han sido compartidas: Para
algunos, soñar es un acontecimiento, es algo que les pasa, que no
eligen. Viven los sueños como empujados, con una ligera experiencia de
destino que se sale de su control, aunque desearían tenerlo, como estar
en un tornado, llevados ahí, condenados a ser testigos de sí mismos.
Para algunos otros, es como actuar, pero sobre todo ser actuados, como
ser protagonistas pero al mismo tiempo y sobre todo espectadores de sí,
de una película que no termina de acabar, a la cual se llega sin saber
el comienzo y con una sensación ligera, borrosa, de saber un poco lo que
viene pero aun así no poder alterarlo…
Como podemos ver, soñar es una posibilidad de experiencias únicas que
permiten análisis muy potentes. Por ejemplo, podemos preguntarnos a
partir de lo anterior: ¿cómo es sentirte empujado a una existencia que
no puedes alterar?, ¿cómo es sentir que no eres tú quien elige tu vida?,
¿cómo se siente ser actuado?, etc., de esta manera se deja ver que los
sueños son también un camino para analizar nuestra existencia, es decir,
una posibilidad para el análisis existencial-fenomenológico.